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CRACOVIA, POLONIA.- Stanislaw Dziwisz, que durante muchos años fue colaborador íntimo del Papa Juan Pablo II, fue consagrado ayer arzobispo de Cracovia, cumpliéndose así el deseo del difunto Pontífice para su secretario de confianza y amigo.
El Papa Benedicto XVI, que designó a Dziwisz en junio para encabezar esa importante arquidiócesis -de la que fuera titular Juan Pablo-, lo calificó como “la mejor persona para ejercer esa posición”, en una bula leída por el reverendo Jan Zajac durante una ceremonia en la catedral del Castillo Wawel.
“Los fieles conocen tu responsabilidad y dedicación, y tengo la certeza que te serán obedientes”, dice la bula u ordenamiento.
Con vestimentas y mitra blancas y doradas, Dziwisz encabezó una procesión con cientos de sacerdotes y obispos, monjas y funcionarios municipales. Llevaba un báculo de plata dorada que usó Karol Wojtyla, el futuro Juan Pablo, cuando era arzobispo de Cracovia en 1958.
Dziwisz bendijo a la multitud al recorrer la ciudad, sonriendo al hacer una y otra vez la señal de la cruz. Decenas de miles de personas que salieron a las calles a pesar del calor sofocante aplaudían y gritaban “bravo”.
En la iglesia de Santa María, un edificio de dos torres que es uno de los más famosos de la ciudad, se encontraban el presidente del parlamento italiano, Pier Ferdinando Casini, y el cardenal Camillo Ruini, vicario de Roma y antiguo colaborador de Juan Pablo.
Estaban presentes el presidente polaco Aleksander Kwasniewski y los principales candidatos a sucederlo en las elecciones de octubre: el alcalde de Varsovia, Lech Kaczynski, el presidente del Parlamento, Wlodzimierz Cimoszewicz, y el vicepresidente Donald Tusk. Dziwisz, de 66 años, sucede al cardenal Franciszek Macharski, que se retira a los 78.
