El principal reto del ex gobernador de Baja California Sur será garantizar una contienda imparcial por la candidatura del partido a la Presidencia de la República.
México, (Notimex).- Leonel Cota Montaño llega a la presidencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) con los estigmas de su pasado en el PRI, con los señalamientos de que fue impuesto por Andrés Manuel López Obrador y con retos que reclaman soluciones prontas.
El ex gobernador de Baja California Sur llega al PRD con el desafío inicial de encontrar una solución a la problemática que López Obrador enfrenta luego de su desafuero.
También deberá proyectar una contienda imparcial por la candidatura del PRD a la Presidencia de la República en 2006, a la que aspiran tanto López Obrador como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Ello después de que el mismo López Obrador invitó a Cota Montaño a formar parte de las "redes ciudadanas" que impulsan el "proyecto alternativo de nación" del desaforado Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Además Cota Montaño, a quien se le achaca carecer de una formación ideológica de izquierda, tendrá que encontrar la manera de cambiar la percepción de la gente tras la difusión, en 2004, de los videos que muestran a perredistas en presuntos actos de corrupción, en medio de versiones en el sentido de que habría más grabaciones.
Leonel Cota Montaño es originario de Santiago, municipio de Los Cabos, Baja California Sur, y los inicios de su carrera política son ubicados en la década de los ochenta. A partir de entonces ocupó cargos diversos.
A principios de los noventa, cuando Guillermo Mercado Romero llegó al gobierno de Baja California Sur, Cota fue designado Oficial Mayor, pero al enfrentar la administración restricciones presupuestales se fue a dirigir al Sector Popular del PRI local.
Más tarde sería candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a una diputación federal, cargo que no concluyó porque solicitó licencia a fin de "aceptar" la candidatura a la presidencia municipal de La Paz.
En 1998 Cota aspiraba a ser gobernador de Baja California Sur y compitió por la candidatura de PRI contra José Antonio Valdivia, Antonio Manríquez Guluarte y Mario Vargas Aguiar, pero perdió.
Ante ello se fue al PRD, donde aprovechó acuerdos y alianzas que había tejido años atrás y así ganó en la elección constitucional, aunque eso significó romper con amigos y excolaboradores al tiempo que se le acusó de perseguir a gente que en el pasado lo apoyó.
López Obrador llegó a considerarlo uno de los mejores mandatarios estatales, pero otros sectores calificaron su administración como "gris".
Armando Covarrubias Flores, de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación en Los Cabos, recuerda que Cota pidió licencia al cargo, pero dejó "a la víbora chirriando en Baja California Sur, con problemas postelectorales y una crisis en el transporte que puede llevar al colapso a la economía de la entidad".
Cota ha conseguido en pocos años lo que otros militantes del PRD no han logrado en muchos más años de trabajo en ese partido político y en general en la izquierda mexicana: dirigir al partido y ser uno de los hombres más cercanos a López Obrador.
No obstante, entre los retos de Cota estará unir a las corrientes perredistas, al tiempo de desarrollar un proceso por la candidatura presidencial del PRD sin más sobresaltos.