Explanada de los Insurgentes se pierde entre basura y mercancía cada domingo
Al pie del libro abierto de cantera en donde están inscritos los nombres de los insurgentes sacrificados en Durango está una caja de cartón de huevo vacía; a un lado de ésta, dos bolsas de mandado de fibra bicolor, dos bancos de plástico empalmados boca abajo, un estante con trapeadores y escoba.
En la base de este histórico monumento, tres jóvenes comercian en una tarima juegos ?piratas? de ?Play Station? y películas de DVD. De la parte alta salen cuerdas de donde se amarran las lonas de vinil de un rosa intenso de los puestos de los comerciantes cercanos.
Es un domingo de ?tianguis?, soleado, y esta obra que el Gobierno del Estado promueve en su sitio oficial, en su página electrónica de Arte y Cultura como monumento histórico, queda indefensa ante los comerciantes.
El Monumento a los Insurgentes fue erigido el 16 de septiembre de 1957, tiene forma de obelisco, con una base en forma de pila y sobre ésta un libro abierto, es obra de Jesús Alarcón Quezada; pero este valor histórico no es respetado por los comerciantes, como tampoco las largas áreas verdes paralelas a la Explanada, en donde había rosales, plantas muy bellas y verdes pastos, gracias a la labor de Angelita Z. de González de la Vega, según recuerda la señora Graciela Velázquez de la Colombe, con domicilio en la calle Guadalupe No. 941 de la colonia Maderera.
Desde la puerta de su domicilio señala las múltiples tarimas con ropa usada que están arriba de los jardines, que ahora son sólo porciones de tierra seca y uno que otro mechón de pasto.
Explica que sus hijos no pueden verla los domingos en la mañana, porque no hay lugar dónde estacionarse porque los espacios los ocupan los automóviles de los vendedores y de los compradores. Tienen que esperar hasta después de la cinco de la tarde. En diciembre, ella, definitivamente, se va de ahí a Monterrey con una de sus hijas, porque no aguanta el bullicio que hay en este lugar.
Pero el deterioro de los daños del jardín es parte de la problemática que viven los vecinos de este lugar. También la basura que dejan los cientos de compradores que vienen a la Explanada. En el pasto de su banqueta se observan dos bolsas de plástico, una conteniendo un plato de unicel, una botella de refresco vacía y un popote.
El vecino Manuel Mayorga Castan, de la casa 937, se queja de que enfrente de su casa se hacen del baño, y que tienen que barrer para que los malos olores no se metan a su vivienda.
También sufre porque no puede meter el carro hasta su domicilio, pues no le dejan lugar y tiene que meterlo a una pensión; e igualmente sufre de la basura que genera el tianguis.
Otro vecino, Saúl Merejil García, con la casa marcada en el 110 de la calle Atlántida 110, que da a la vía del ferrocarril, no oculta su enojo por las molestias de todos los domingos y las fiestas de la Virgen de Guadalupe, en diciembre, porque le tapan su cochera, y porque no puede dejar su vehículo estacionado afuera en virtud de que corre el peligro que le den un golpe.
A lo largo de la vía por la calle Puerto Ensenada, hay tres cuidadores de coches, y un agente de tránsito. Felipe de Jesús González Sanabria es uno de los que corren en cuanto ve estacionarse o cuando se va un automóvil. A su pregunta: ?¿Se lo cuidado?, recibe contestaciones afirmativas y otras negativas, pero saca al día sus 300, 350 ó 400 pesos. En diciembre recuerda que sus ingresos llegan a los 700 pesos.
Reconoce que los vecinos se quejan porque en ocasiones hay conductores que se estacionan en sus cocheras; señala que ellos deben poner sus letreros de prohibido estacionarse, inclusive llamar al servicio de grúa.
El agente de tránsito Maurilio Barrera está al cuidado de que los vehículos no circulen en sentido contrario, y dice que se ha logrado en los últimos tres meses, por lo que se han reducido los conflictos en la calle Atlántida, que es de un solo sentido. Antes, recuerda, se estacionaban en la acera sur, y no dejaban paso.
Historia/ cuidado de monumentos
Rehén
En medio del tianguis dominical de la Explanada de los Insurgentes queda el monumento de cantera edificado en honor de los insurgentes, que tiene las siguientes características.
-La obra se construyó al pie del Santuario de Guadalupe y del Cerrito del Tepeyac, para rendir homenaje a los insurgentes que, habiendo sido aprehendidos en Acatita de Baján, fueron sacrificados en Durango y sepultados en el presbiterio del templo.
-En el centro de la Explanada se erigió el 16 de septiembre de 1957 un obelisco alusivo, obra en cantera del inolvidable artista duranguense Jesús Alarcón Quezada.
-El obelisco tiene por base una forma de pila y sobre ésta un formidable libro abierto con la inscripción de los nombres de los insurgentes inmolados
FUENTE: Sitio oficial de Internet del Gobierno del Estado.
