Encuentran el cadáver del atacante suicida, y afirman que formaba parte de la red terrorista de Osama bin Laden.
KANDAHAR, Afganistán (AP).- Un atentado suicida sacudió una mezquita el miércoles en esta ciudad durante el funeral de un clérigo musulmán, matando al menos a 20 personas, incluyendo al jefe de policía de Kabul. El gobernador local responsabilizó a Al Qaeda.
Cuando menos 52 personas quedaron heridas.
El ataque -ocurrido después de un fuerte incremento en la violencia de grupos opositores en los últimos meses, incluyendo asesinatos, enfrentamientos con rebeldes y el secuestro de una trabajadora italiana- incrementó los temores de que los milicianos en el país estén copiando las estrategias de los insurgentes en Irak.
Los mismos rebeldes han pagado un alto costo -con unas 200 bajas, según funcionarios estadounidenses y afganos-, pero el clamor de los ataques contradice las afirmaciones de Estados Unidos de que está estabilizando el país, casi cuatro años después de que expulsó al régimen talibán del poder.
El gobernador de Kandahar, Gul Agha Sherzai, dijo que se había encontrado el cadáver del atacante suicida, y que formaba parte de la red terrorista de Osama bin Laden.
"El atacante era miembro de al-Qaida. Encontramos documentos en su cuerpo que muestran que es un árabe", dijo Sherzai a los periodistas.
Un presunto vocero talibán, Mulá Latif Hakimi, dijo en una llamada telefónica a The Associated Press que los rebeldes no eran responsables del atentado. Con frecuencia Hakimi llama a organizaciones noticiosas, normalmente para adjudicarse la responsabilidad de ataques a nombre del talibán. En ocasiones su información ha resultado falsa o exagerada, y se desconoce cuáles son sus vínculos con el liderazgo rebelde.
Cientos de dolientes atestaban la mezquita Mulá Abdul Fayaz en el centro de la ciudad de Kandahar, en el sur de Afganistán, cuando la bomba explotó alrededor de las nueve de la mañana, dejando sangre y miembros humanos desperdigados sobre un área amplia.
Latfulá Mashal, portavoz del Ministerio del Interior, dijo que el comandante de policía de la capital, general Akram Jakrezual, fue asesinado junto con otros policías que asistían al funeral. Mashal indicó que había sido un atentado suicida.
"La detonación me dejó inconsciente. Cuando desperté, muchísimas personas estaban muertas o heridas. Algunas personas corrían y otros yacían llorando sobre el piso. Había cadáveres por todas partes", afirmó Nanai Agha, un doliente que estaba dentro de la mezquita pero sobrevivió porque estaba detrás de un muro.
Nazir Ahmadzai, médico del hospital de Kandahar, dijo que 20 personas habían muerto y 45 estaban heridas, muchas de ellas guardaespaldas de Jakrezwal. Sin embargo, el director del hospital fijó el número de heridos en 72, cuatro de gravedad.