MADRID, (Reuters) - España confía en los británicos y los alemanes que buscan sol y cervezas en sus playas cada verano, pero también quiere tentar a otro tipo de turismo más tranquilo: los observadores de pájaros.
Con destinos mediterráneos baratos como Turquía y Marruecos comiéndole su mercado tradicional, España está intentando diversificar la oferta y, según el director del Consejo de Turismo, los observadores de aves y pájaros son parte de la solución.
"Una cosa a la que nos estamos dedicando mucho ahora es a los observadores de pájaros. Es muy importante", dijo el martes en rueda de prensa el director de Turespaña, Ramón Martínez Fraile, al comentar la nueva campaña de publicidad en el extranjero.
"Casi 20 millones de personas en Europa están apuntadas a clubes de observadores de pájaros, se sientan en un buen sitio y se pasan toda la mañana mirando pájaros", añadió.
"Bueno, pues si le gusta al señor, qué mejor sitio que el Monfragüe, por ejemplo, o la Sierra Mágica en Jaén, o Asturias, en el Narcea".
El turismo representa el 11 por ciento del Producto Interno Bruto de España.
Martínez Fraile dijo que los observadores de pájaros podían suponer un mercado lucrativo ya que era improbable que buscaran paquetes de vacaciones baratos sino que tenderían a visitas más largas y estancias en establecimientos rurales de calidad.