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MÉXICO, DF.- La reforma a la Ley de Propiedad Industrial favorecerá la posición internacional de México e impulsará la competitividad y el crecimiento económico, porque el respeto a la propiedad industrial es un factor que consideran los inversionistas para concretar negocios.
El presidente de la Comisión de Administración de la Cámara de Diputados Jaime del Conde, expuso que las modificaciones que aprobó el Congreso de la Unión a la citada Ley coadyuvarán en el impulso a las inversiones nacionales y extranjeras.
Aceptó que para tomar decisiones de nuevos negocios los inversionistas toman en cuenta aspectos como seguridad pública, Estado de derecho, mano de obra, transporte, infraestructura, ubicación geográfica, entre otros, pero también el respeto por la marca, producto o servicio que ofrecen.
Los inversionistas optan por países en los que les garanticen el respeto de su marca y la defensa de la misma en caso de que pretendan copiarla, por ello el respeto a la propiedad industrial causa un ánimo positivo, opinó.
El diputado del Partido Acción Nacional (PAN) por Aguascalientes explicó que las marcas que obtienen reconocimiento del público facilitan el desplazamiento de productos o servicios, pero son los principales blancos de la piratería o la apropiación indebida e injusta de su reputación.
En el país, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) es el encargado de regular y proteger los derechos que otorga el Estado para usar y explotar en forma industrial o comercial patentes de invención, modelos de utilidad, diseños industriales, así como marcas, nombres comerciales y denominación de origen.
Refirió que, no obstante la regulación, existían casos de marcas de renombre internacional que han sido indebidamente registradas en México por empresas o personas sin escrúpulos que no eran sus propietarios, lo que limita los derechos de uso exclusivo y explotación de sus legítimos titulares.
Además se registraban casos de marcas notoriamente conocidas que incluso teniendo registro en México eran atacadas mediante la solicitud de registro de marcas similares, para buscar un aprovechamiento del prestigio ajeno.
Dichas prácticas, dijo, tenían cabida en el sistema de propiedad industrial mexicano porque la protección que se le brindaba estaba sujeta a una estimación, sin que en la mayoría de los casos fueran aportados elementos de prueba que sustentaran esa decisión.
El proceso
Además, en uno o varios juicios para la protección de las marcas los titulares estaban obligados a exhibir los medios de prueba para demostrar que su marca era notoria. Lo anterior se traducía en gastos y trámites excesivos y reiterados, con los subsecuentes riesgos de obtener resoluciones contradictorias para trámites similares.
Para resolver dicha problemática, el Congreso de la Unión otorgó al IMPI la facultad de expedir y publicar las declaratorias de notoriedad o fama de marcas.
De acuerdo a la Ley, la marca notoria es aquella que es conocida por sectores del público o círculos comerciales específicos y la marca famosa es la conocida por parte de la mayoría del público consumidor y que por tanto merece una protección ampliada.
Así el IMPI podrá expedir declaratorias de notoriedad o fama de marcas que puedan ser utilizadas como impedimento de registro de marcas similares que en ocasiones se utilizan para causar desprestigio o para aprovechar su reconocimiento en el mercado, señaló.
La declaratoria, añadió, es un documento que servirá como prueba en los procedimientos contenciosos nacionales o extranjeros que mejorará la economía procesal, limitará la posibilidad de contar con resoluciones contradictorias en procedimientos similares y ofrecerá mayor seguridad jurídica en materia de propiedad industrial.
El documento servirá hasta por un período de cinco años -después tendrá que actualizarse- para afirmar que se acredita que la marca es conocida por un sector determinado del público o de los círculos comerciales del país o por el público en general.
