el flujo migratorio principalmente se concentra en hombres mayores de edad, pero se incrementa el número de mujeres con interés de cruzar la frontera.
El Siglo de Torreón
SALTILLO, COAH.- A pesar de no ser considerado como un cruce seguro para los migrantes que pretenden llegar a Estados Unidos, en los dos primeros meses del año en curso el flujo de mexicanos y centroamericanos por Coahuila se ha incrementado de manera alarmante.
Datos del Instituto Nacional de Migración (INM) indican que mientras en el primer bimestre del año pasado autoridades estadounidenses deportaron por Piedras Negras y Acuña a dos mil 128 personas, en el mismo periodo de 2005 los casos registrados ascienden a tres mil 892, es decir, un 82.9 por ciento más.
Si bien es cierto el flujo migratorio principalmente se concentra en hombres mayores de edad, el incremento de personas con interés de cruzar la frontera por la franja correspondiente a Coahuila cada día involucra a más mujeres.
Entre enero y febrero pasados fueron 191 mujeres, 43 de ellas menores de edad, las deportadas por Coahuila, mientras que en los mismos meses de un año antes fueron 111, de las que sólo 27 tenían menos de 18 años.
De acuerdo a datos estadísticos del INM, en el arranque de 2005, dos mil 912 personas fueron regresadas a lado mexicano por Piedras Negras, ciudad que colinda con Eagle Pass, Texas. Por Acuña, frontera con Del Río, Texas, los repatriados llegaron a 980.
En opinión del delegado del Instituto en Coahuila, Óscar Maldonado Domínguez, el incremento en el flujo migratorio obedece especialmente a las medidas antiinmigrantes emprendidas por autoridades y ciudadanos de Arizona y California.
?Vemos que se podría afectar a Coahuila porque los aspirantes a ilegales podrían escoger cruzar por aquí en lugar de por Sonora?, señaló al ser entrevistado en Piedras Negras.
El fenómeno migratorio que se ha registrado en Coahuila con el inicio de 2005, debe ser motivo de preocupación para las autoridades federales y estatales, ya que el trayecto por el estado no es precisamente seguro para los migrantes mexicanos y sobre todo centroamericanos, consideró el diputado local Ramón Díaz Ávila.
El legislador del Partido del Trabajo recordó que en Coahuila han ocurrido casos de agresión en contra de migrantes tanto por delincuentes como por empleados de corporaciones de seguridad privada que resguardan las instalaciones ferroviarias.
De hecho en Saltillo aún se recuerdan los sucesos de la mañana del 24 de mayo de 2002, cuando dos hondureños de 16 años de edad, murieron acribillados mientras dormían en un improvisado refugio al surponiente de la ciudad.
Junto a otros indocumentados centroamericanos, las víctimas fueron sorprendidas por un ex militar con deficiencias mentales, que semanas después fue detenido.
Helmer Alexander Pacheco Barahona y otro centroamericano identificado como ?David? o ?El Moreno? quedaron muertos en el lugar, su refugio a un costado de las vías del ferrocarril.
Otro hondureño, Jesús Juventino Andino Arguijo, de 38 años, fue herido de consideración lo mismo que otros dos inmigrantes originarios de El Salvador, José Rodolfo Rivas Ramírez, de 21 y David Domínguez Vázquez, de 24 años de edad.
?Casos como éste demuestran que en materia de protección a migrantes Coahuila no precisamente destaca, sino al contrario, se han registrado casos donde incluso agentes de seguridad se han convertido en asesinos de migrantes?, indicó el diputado Díaz Ávila.
Por ello, planteó al Gobierno Estatal que ante el incremento en el flujo migratorio por Coahuila, lejos de establecer centros de ayuda para indocumentados, se refuercen las medidas de seguridad para detectarlos y repatriarlos, en el caso de los extranjeros.
?Si se establecen nuevos centros de ayuda estaríamos incentivando el flujo migratorio y esto se traduciría en riesgos para los propios migrantes y en problemáticas muy difíciles de resolver para los ayuntamientos involucrados?, puntualizó el diputado.
