Ingresan al CIJ entre 16 y 20 personas a la semana; la mitad son menores de 18 años
El Siglo de Durango
El consumo de ?cristal? entre los menores de edad es una problemática que prevalece en la actualidad. Así se percibe en el Centro DIF-CIJ ubicado en la colonia El Refugio, establecimiento que en promedio recibe entre 16 y 20 personas de nuevo ingreso al mes y un 50 por ciento de los mismos aún no cumplen los 18 años de vida.
Este centro -que depende de DIF Municipal y Centros de Integración Juvenil (CIJ)- abrió sus puertas en agosto del presente año y, a la fecha, tiene una población cautiva cercana a los 45 duranguenses que son adictos a alguna sustancia.
Miriam Margarita Favela Cordero, directora del Centro, comenta que no todas las personas continúan con su tratamiento. Recuerda que la razón por la que se abrió esta dependencia fue para atender una importante demanda de niños que consumen ?cristal?, no sólo en el asentamiento humano en el que se ubican, sino en los circunvecinos.
?El problema se presenta en niños de diez años hasta los 16 años. La demanda que hemos tenido es bastante. Más o menos es del 50 por ciento en menores de edad y el resto con personas adultas. En este Centro, aparte del tratamiento de rehabilitación, también se llevan a cabo acciones de prevención?, puntualiza.
Favela Cordero cita que en el pasado mes de septiembre arribaron seis infantes menores de 16 años (cuatro hombres y dos mujeres) para recibir apoyo por parte de la institución. También ingresaron 16 más mayores de la edad mencionada.
Establece que después de la valoración al paciente se determina si requieren internamiento. Los remiten al Departamento de Prevención contra Adicciones del DIF Municipal para que a su vez los envíen ya sea a Misión Korián o Fundación Durango. Hasta el momento, sólo dos pacientes han sido sujetos a internamiento ante la fuerte problemática que presentaban.
Una familia disfuncional es el principal factor para que los infantes se vean inmersos en las drogas. Al no tener un apego con sus padres, son presas fáciles de los inducidores, o bien, ceden ante las invitaciones de sus amigos.
?Si hay niños consumidores es porque hay oferta. Personas hábiles los empiezan a apegar a determinadas sustancias y ellos mismos los hacen que también provean a otros niños. Es un contexto que existe?, alerta la entrevistada.
La mayoría de los menores de edad adictos a sustancias ilícitas no van a la escuela y, ante el descuido de sus progenitores, se la pasan la mayor parte del día en la calle.
Para informar a los niños y adolescentes sobre los riesgos y peligros de las adicciones se han dado a la tarea de brindar pláticas en los planteles escolares que se encuentran en la zona. ?Esto nos va a llevar a fortalecer el Centro y la colonia y así tejer redes ciudadanas. No queremos sólo quedarnos en la rehabilitación sino incidir en la prevención?, reflexiona.
La informante puntualiza que, a la fecha, reciben gente proveniente de diversas colonias entre las que se encuentran la Arturo Gámiz, Vicente Guerrero, Domingo Arrieta, fraccionamiento Benito Juárez, la Azcapotzalco, Ampliación PRI y Valle del Mezquital.
Organización
Ante la problemática de las adicciones, DIF Municipal y CIJ se unen.
-El Centro DIF-CIJ tiene como finalidad ofrecer el servicio de prevención y orientación así como terapia individual y grupal al enfermo y a su familia, buscando la rehabilitación del enfermo y su reintegración a la sociedad.
-La operatividad del Centro en cuanto a la rehabilitación de los pacientes está a cargo de CIJ, quienes son los que tienen el conocimiento y la experiencia en el manejo de este tipo de enfermedad. El DIF Municipal se encarga de los aspectos administrativos del Centro.
-Centros de Integración Juvenil aporta dos psicólogos y una trabajadora social. DIF Municipal aporta el inmueble y su equipamiento y como recurso humano un médico, un trabajador social, un psicólogo y una secretaria.
FUENTE: DIF Municipal.