EL PAÍS
LIMA, PERÚ.- Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, la organización subversiva más cruenta de América Latina, volvió al banquillo de los acusados. El autodenominado ?presidente Gonzalo?, diez dirigentes de la cúpula senderista y otros 13 mandos medios, deberán responder ante una corte civil por los asesinatos selectivos, las matanzas de campesinos y los atentados que durante los años 80 y 90 tuvieron en vilo al país. Se le acusa de ser responsable de la muerte de 34 mil 500 personas.
A las 10:45 de la mañana (hora local) comenzó el proceso bajo estrictas medidas de seguridad. Dieciséis efectivos policiales tuvieron a su cargo la seguridad de la sala. Los acusados fueron los primeros en llegar; después, los periodistas. Esta vez no hubo cámaras de video ni fotográficas. Tampoco grabadoras. Sólo se permitieron las libretas de notas y los lapiceros. Así lo dispuso la Sala Penal Nacional que preside Pablo Talavera, para evitar que un altercado en la sala pudiera ser utilizada por los senderistas para impugnar el proceso, como sucedió en noviembre de 2004.
En la vista de ayer, la defensa de los senderistas exigió la supresión del sumario relacionado con la captura de Guzmán junto a su comité central en septiembre de 1992. El tribunal lo rechazó. En ese expediente están recogidos multitud de informes sobre los métodos senderistas, con detalles sobre los asesinatos y los atentados contra dependencias policiales, embajadas y bancos. Tampoco aceptaron la petición de la defensa de anular el testimonio del coronel de la Policía, Benedicto Jiménez, uno de los artífices de la captura de Guzmán.
PIDEN CADENA PERPETUA
El fiscal ha pedido cadena perpetua para los dirigentes y 25 años para los mandos intermedios. En su turno, el procurador especial para casos de terrorismo, Guillermo Cabala, solicitó que se incrementara la petición del fiscal correspondiente a la reparación civil, de mil a 22 mil millones de dólares.
Trece años antes, durante el Gobierno del prófugo Alberto Fujimori, Guzmán y su cúpula, fueron condenados a cadena perpetua por un tribunal militar de jueces sin rostro. En enero de 2003, el Constitucional peruano anuló todas las sentencias emitidas por las cortes militares y ordenó la repetición de los juicios por tribunales civiles y con todas las garantías.
Marcos Ibazeta, decano del Colegio de Abogados de Lima y ex magistrado del Poder Judicial, sostiene que la estrategia de Sendero consiste en lograr un juicio rápido, pues la verdadera batalla legal se dará en el fuero internacional. Guzmán tiene la certeza de que lo condenarán y tendrá que recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde impugnará la Ley Nacional Antiterrorista en lo que se refiere a la definición de terrorismo.
