Desde el sábado se envió al taller mecánico porque presentaba múltiples detalles
El autobús Estrella Blanca que se fue a un barranco y en donde perdieron la vida cinco personas, estaba en malas condiciones mecánicas y no se debió el accidente a exceso de velocidad como dijeron las autoridades de la Policía Federal Preventiva y la Ministerial.
Sobre el particular, estuvo ayer en la Redacción de El Siglo de Durango el hijo del conductor de la unidad accidentada para hacer las precisiones del caso y deslindar a su progenitor de la responsabilidad que se pretende achacarle.
De acuerdo a la versión de Eduardo Noé Martínez del Hoyo, las causas del accidente ocurrido en el kilómetro 170 de la carretera Durango-Mazatlán, donde cayó un autobús de pasajeros a un barranco de más de 100 metros fue por malas condiciones mecánicas de la unidad, dijo el hijo y la esposa del chofer, que falleció en el lugar de los hechos.
El declarante indica que su mamá Yolanda Martínez Valenzuela acompañaba a su papá, Mario Albidres Espinosa, chofer del autobús y aseguran que el camión había presentado fallas mecánicas desde el sábado y que al llevarlo al taller le dijeron que ya estaba arreglado; sin embargo, durante el trayecto a Mazatlán, continuaron las descomposturas, dejando en claro que nunca existió exceso de velocidad.
Se presentó ante este medio de comunicación Eduardo Noé Martínez del Hoyo, argumentando que la información que proporcionó la Policía Ministerial es falsa, puesto que su madre, Yolanda Martínez Valenzuela, iba a bordo del autobús y asegura que el camión no iba con exceso de velocidad, señalando que ni siquiera han tomado la declaración de los pasajeros que resultaron lesionados.
Narró que él fue testigo de que el camión presentaba algunas fallas mecánicas, puesto que el sábado él iba a bordo del camión, cuando salió una corrida a la ciudad de Santiago Papasquiaro, donde se percató de que al autobús no le ?entraban? las velocidades y de regreso se venía calentando el motor, por lo que el conductor lo llevó ante el dueño de la unidad para que lo metiera a arreglar y que le ajustaran el embrague.
Del taller salió aparentemente bien, pues durante los primeros kilómetros rumbo a Mazatlán no se notó ninguna falla, sino hasta que recorrieron más de la mitad del camino se paró dos veces inexplicablemente; inclusive, antes de que se suscitara el accidente se volvió a detener el autobús y precisamente cuando lo echó a andar fue cuando sobrevino el percance, señaló.
?Probablemente fue negligencia del personal del taller, pues si no lo arreglaron óptimamente no lo debieron haber dejado salir?, agregó Martínez del Hoyo.
Considera que es injusto que se responsabilice al conductor de una falla mecánica, pues desmiente que haya ido a una velocidad elevada; precisó que adelante del Estrella Blanca circulaban dos autobuses y un camión materialista, por lo que prácticamente iba a vuelta de rueda. Además, indicó que atrás de ellos venía un camión de la línea Futura que lo quería rebasar por la lentitud que con que transitaba.
Informó también que el estado de salud del conductor era óptimo, dado que al salir de viaje, en la Central Camionera, les hacen a todos los choferes un examen médico.
Añadió que el chofer tenía varios reconocimientos por su trayectoria de 27 años trabajando en el servicio público y no había sufrido ningún accidente, pues era muy precavido para manejar y sabía maniobrar bien los camiones.
Dijo que ha querido comunicarse con el dueño del camión, que al parecer se llama Luis Marentes, para que responda por la negligencia del personal del taller, ubicado por el bulevar de la Juventud, a unas cuatro cuadras de la Central Camionera, pero dicen que se encuentra en Mazatlán.
Por último, recalcó que a su mamá, quien iba a bordo del camión, no le han tomado su declaración, para que de esa forma, con el testimonio de los pasajeros, sepan cómo sucedieron los hechos.