Idelfonso Rodríguez Armendáriz originario de Sabinas Coahuila, es piloto aviador desde hace 24 años. Con múltiples experiencias, cuenta la que más recuerda, una que ocurrió en 1971; piloteaba un avión recién traído de la fábrica, y viniendo de la pista valle de Topia perdió el control de la nave debido al fuerte viento y a la nieve que caía; maniobrando, logró aterrizar en un lugar llamado Ojito de Camellones y fue rescatado al día siguiente gracias a que la unidad de radio de la aeronave no sufrió daños y logró comunicarse.
Don Idelfonso inició siendo mecánico militar del llamado ?Colegio del Aire?, es una escuela de la Fuerza Aérea ubicada en Zapopan Jalisco, de donde salen pilotos, mecánicos y meteorólogos; sin embargo, después de siete años de ser mecánico militar de aviación descubrió que no era suficiente para él ya que le gustaba mucho el vuelo.
Al descubrir esto, en el año de 1965 se inició como piloto aviador privado, un año después fue comandante del aeropuerto y después de 11 años, es decir en 1976 se convirtió en piloto comercial profesional.
Este destacado piloto recibió en la sala Alcázares de Chapultepec de la Ciudad de México un reconocimiento por 10 mil horas de vuelo, y hace dos años recibió la presea Emiliano Carranza por contar con 15 mil horas de vuelo.
Actualmente, Ildefonso Rodríguez tiene una compañía de taxi aéreo la cual lleva su nombre; está felizmente casado con la señora Rosa Alicia Flores y tiene cuatro hijos: Rosa Alicia, Ruth Elizabeth, Liliana, Miram Patricia e Ildefonso Israel, quien parece va a seguir los pasos de su padre.
?El ser piloto nos brinda la oportunidad de viajar y conocer muchos lugares, además de que se tienen muchas vivencias?, comenta Rodríguez Armendáriz; además, es muy grande la satisfacción de poder servir a los demás, ya que trasladamos luna mieleros, vacacionistas, gente enferma y de todo tipo de personas.
Festejan a los pilotos aviadores de Durango
Con motivo del día del piloto aviador, ayer por la mañana se llevó a cabo una ceremonia en el aeropuerto de la ciudad de Durango, a la cual asistieron pilotos, familiares de pilotos caídos y personal técnico aeroportuario para festejar este día.
Dicho evento, inició con una misa impartida por el presbítero Juan Carlos Quiroga en la sala de llegadas internacionales y concluyó con una guardia en honor a los pilotos caídos en el monumento que se encuentra ubicado en la entrada del aeropuerto, para la cual participaron los familiares de los aviadores, así como algunos pilotos, turnándose de cuatro en cuatro alrededor del monumento.
La señora Estela Ochoa fue quien dirigió el agradecimiento a las personas que acudieron a esta celebración, y después de pedir un minuto de silencio por los pilotos fallecidos invitó a las personas para iniciar con la guardia y finalizar con palabras de despedida.
El evento fue organizado y coordinado por los pilotos aviadores Erika Ochoa e Ildefonso Rodríguez Armendáriz, éste último comenta que la celebración no se realizaba desde hace hace tres años, sin embargo se tratará de realizar año con año.
