EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Sujeto que escandalizaba con arma de fuego ayer por la mañana en el ejido La Esperanza, municipio de Matamoros, Coahuila y que presumiblemente andaba bajo los influjos del alcohol y las drogas, tuvo que ser sometido por varios elementos de la Policía Preventiva del Estado (PPE), a quienes disparó en varias ocasiones, por lo que tras su detención fue trasladado a la Cruz Roja para su atención médica.
Jorge Ernesto Galindo Fierro, de 44 años de edad, quien tripulaba una camioneta Dodge Ram 2500, color negro, modelo 2002 y placas EN-33796, hubo de ser sometido mediante ?la fuerza necesaria?, pues enfrentó a los preventivos estatales con una pistola semiautomática Pietro Beretta, calibre nueve milímetros.
Los hechos se suscitaron la mañana de ayer en el poblado en mención, a eso de las diez horas, cuando a bordo del citado vehículo, Jorge Ernesto, de quien se presume andaba bajo el influjo del alcohol y las drogas, realizaba disparos con arma de fuego sin importarle la presencia de mujeres y niños.
Los asustados vecinos dieron parte a la comandancia de la PPE que en cuestión de minutos hizo su arribo hasta el lugar del incidente, pero al ver la presencia policiaca, el empistolado sujeto lejos de amedrentarse se envalentó y comenzó a disparar a los guardianes de la Ley, haciéndolo en cinco ocasiones.
Desconcertados por la inesperada reacción, los preventivos del Estado tuvieron que hacer gala de todos sus conocimientos adquiridos durante la capacitación que se les dio, con el objeto de, en lugar de tener un enfrentamiento a tiros, lograr detenerlo con vida sin que tampoco hubiera baja entre los agentes.
Tras un corto lapso, finalmente los elementos de la PPE, pudieron detener y someter al escandaloso, pero al hacerlo se les pasó la mano, pues dentro de la ?fuerza necesaria? que se empleó, Jorge Ernesto resultó con una herida cortante en la frente y quedó conmocionado, por lo que fue necesario llevarlo a la Cruz Roja para su atención médica.
Un tanto asustados, los tripulantes de las unidades 4021 y 2202, no acertaban a responder en forma coherente a los detalles del acontecimiento, pues caían en contradicciones y tartamudeos cuando llegaron al puesto de socorros con el detenido inconsciente.
Sin embargo, el temor fue superado cuando el médico de guardia les aseguró que todo estaba en orden y después pudieron llevar al detenido a la cárcel municipal donde quedó a disposición de las autoridades competentes.
