La acuacultura en México al mismo tiempo está creciendo y está desplazando paulatinamente a la pesca de mar. La producción de camarón, ostión y mojarra son los casos más claros de cómo la acuacultura ha crecido en los últimos diez años. El 64 por ciento del camarón, el 40 por ciento y el 88 por ciento de la mojarra se produce ya en granjas de acuacultura.
La acuacultura es la producción, en espacios cerrados, controlados y vigilados de especies marinas con fines comerciales y la piscicultura es el repoblamiento de la especie. Ambos procesos van de la mano y en México están aumentando en forma consistente.
Los fenómenos meteorológicos, la pesca ilegal y los pozos petroleros en el sureste del golfo, han afectado los recursos naturales y están restringiendo la pesca de alta mar. La ONU ha determinado que los recursos del mar están en sus límites, por lo que son indispensable periodos de veda para permitir la repoblación de las especies. Desgraciadamente en las costas de México la pesca ilegal continúa y no son los pescadores mexicanos los principales responsables. Japón no acata ninguna Ley y la flota pesquera japonesa incursiona constantemente en los mares patrimoniales de México, sin respetar calendarios de veda, llevándose buena parte de la riqueza marítima del país.
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En lo que va del año el puerto de Tampico ha movido más de tres millones de toneladas de carga, un crecimiento del 23 por ciento comparado con el año pasado. Este buen resultado se debe a la eficiencia en la operación de carga y descarga y a la disponibilidad de bodega de almacenamiento. El puerto está funcionando al cien por ciento brindando calidad y eficiencia.
En la semana del cinco al 11 de octubre, arribaron seis busques con más de cincuenta mil toneladas de artículos de acero. La capacidad de operación del puerto es de 11 buques al mismo tiempo.
Es indispensable tener un mayor calado en el canal de nevegación para poder manejar buques más grandes y tener resultados aún mejores con el manejo del puerto.
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Desde hace tres años la banca comercial ha aumentado su presencia en el sureste del país. Todos sabemos que es región es la más atrasada, por lo que un aumento de la operación bancaria es buena señal de desarrollo. Han crecido 32 por ciento las cuentas de ahorro, de cheques, de nómina y de pagarés bancarios.
Este cambio se debe, principalmente, a que en la región han crecido en forma muy importante las remesas que envían los migrantes que trabajan en Estados Unidos.
De acuerdo con el Banco de México las remesas recibidas en esa zona representan el 13.6 por ciento del total nacional.
El cambio se debe al interés de los bancos por administrar las remesas que llegan del extranjero, brindando facilidades para abrir cuentas en sus sucursales de la zona para que allí llegue el dinero. Este crecimiento se debe también a los elevados ingresos turísticos que se han logrado en Cancún y en la zona Maya. Por otra parte ha habido un crecimiento económico real en la región: Chiapas 5.4 por ciento, Quintana Roo 8.8 por ciento, Yucatán 4.6. por ciento.
Al mismo tiempo, curiosamente, en el norte se está dando una disminución de cuentahabientes en los bancos tradicionales. Esto se debe a que han surgido nuevos centros financieros, como Ciudad Juárez y Saltillo y los cuentahabientes al emigrar a otra ciudad cambian su dinero a una sucursal cercana a su nuevo domicilio, pero también está en curso una nueva tendencia: hay clientes que prefieren opciones más sofisticadas como las sociedades de inversión y prefieren invertir sus fondos en ellas, prefiriéndolas a los bancos.
