Resultan por demás alarmantes las declaraciones de Cuitláhuac Valenzuela Corral, coordinador en Durango del programa de Prevención de Adicciones, quien afirma que el consumo de heroína en Lerdo rebasa la media nacional.
Este Municipio tiene un consumo de heroína de un siete por ciento, mientras que en todo el país es del 0.2 por ciento. Por desgracia esta problemática abarca a toda la Comarca Lagunera. En San Pedro, Coahuila, abundan los picaderos y en Torreón colonias como La Dalia, Las Julietas, San Joaquín, Magdalenas, Ana y el Arenal son las de un mayor riesgo para la población, en términos de consumo de estupefacientes.
En Durango los jóvenes tienen preferencias por las drogas sintéticas como el Cristal, Éxtasis y Tachas. Sustancias muy relacionadas a la clase media-alta, debido a que forman parte de la cultura rave. En contraparte en Torreón, la marihuana es la sustancia de mayor consumo y su consumo es -sobre todo- en las clases marginadas.
En todo el país, los Centros de Integración Juvenil brindaron atención a cerca de tres millones de personas, de las que -por lo menos- el 50 por ciento fue captada a través de los programas de coordinación con el sector educativo y que involucran tanto a los estudiantes como a maestros y padres de familia.
De ahí que la prevención sea una estrategia valiosa para enfrentar el problema. Es necesario que padres, maestros y la sociedad en su conjunto se unan para informar a los jóvenes de los riesgos que lleva el ingerir este tipo de sustancias.
Por otra parte, las autoridades de La Laguna tienen como asignatura pendiente el combatir de manera eficiente el narcomenudeo, que hasta el momento ha ganado la batalla, y las dificultades para comprar droga son cada vez menores.