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México, DF.- La actriz estadounidense Bette Davis, creadora de un nuevo tipo de heroína y reconocida por su versatilidad en la actuación, personalidad y fuerza escénica que la consagraron entre las más importantes en el cine, nació el cinco de abril de 1908.
Ruth Elizabeth Davis, su nombre completo, desde pequeña dio muestras de su vocación artística al participar en diversas producciones escolares y representaciones amateurs, para posteriormente trasladarse a la ciudad de Nueva York, donde estudió en la Escuela de Interpretación de John Murray Anderson.
En 1928 comenzó a actuar con la compañía teatral de George Cukor en Rochester, pero el famoso director terminó expulsándola. Un año más tarde Davis debutó en Broadway con gran éxito en la representación de la obra Broken Dishes.
Este triunfo escénico llamó la atención de los Estudios Universal, los cuales le ofrecieron un contrato en 1930 para debutar en cine con The Bad Sister (1931), un título dirigido por Hobart Henley y co-protagonizado por Conrad Nagel y Sidney Fox.
Tras una serie de películas menores, Bette abandonó la Columbia y firmó con la Warner Brothers en 1932, año en que protagonizó The Man Who Played God.
La gran oportunidad para impulsar su carrera le llegó cuando fue llamada para protagonizar junto a Leslie Howard la película Cautivo del Deseo (1934), dirigida por John Cromwell, obra maestra basada en una novela de William Somerset Maugham.
Dicha producción le sirvió a la actriz para perfilar su personaje más característico, una mujer fuerte y pérfida, de bajos sentimientos y gran vigor dramático.
La cinta fue todo un éxito y proporcionó a Davis la oportunidad de protagonizar importantes filmes como Peligrosa (1935), título por el cual consiguió el Oscar a la Mejor Actriz, o bien El Bosque Petrificado (1936), de Archie Mayo co-protagonizada por Leslie Howard y Humphrey Bogart. Por esa época, el indomable carácter de Bette era ya popular en Hollywood y sus constantes quejas contractuales a la Warner provocaron continuos conflictos entre el estudio y la actriz.
A causa de uno de ellos, Bette trasladó su residencia a Inglaterra. Y tras una demanda de la Warner, la actriz retornó a su país y logró que el estudio se apegara a sus condiciones. En esta segunda etapa en la Warner, Bette Davis protagonizó películas importantes como Jezabel (1938), de William Wyler, que le valió un nuevo Oscar; y Juarez (1939), de William Dieterle.
Así como La Solterona (1939), La Vida Privada de Elizabeth y Essex (1939), La Carta (1940), La Loba (1941) y La Extraña Pasajera (1942), que hicieron de Bette un modelo a imitar por muchas espectadoras femeninas.
Después de pasar algunos años con una producción muy escasa, la actriz realizó una nueva y prodigiosa actuación bajo las órdenes de J. L. Mankiewicz en la película Eva al Desnudo (1950), la cual volvió a poner a la actriz en primer plano cinematográfico.
Lamentablemente, esta década, que se había iniciado de forma extraordinaria, no prosiguió de igual manera, a pesar de protagonizar películas meritorias como La Egoísta (1951), de Curtis Bernhardt; La Estrella (1952), de Stuart Heisler; o El Favorito de la Reina (1955), de Henry Koster.
En 1962 volvió a lucirse en la obra maestra dirigida por Robert Aldrich, ¿Qué fue de Baby Jane?, en donde compartía cartel con Joan Crawford, otra de las grandes actrices de la época dorada.
En 1977 se convirtió en la primera mujer en recibir el Premio por Logro de Vida y también la primera en ser presidenta de la Motion Picture Academy of Arts and Sciences.
Su quehacer posterior fue más bien irregular, tanto para la pequeña como para la gran pantalla, para culminar su carrera cinematográfica con Las Ballenas de Agosto (1987).
, dirigida por el cineasta británico y miembro destacado del denominado Free Cinema, Lindsay Anderson.
La actriz estuvo casada en cuatro ocasiones, la primera con Harmon Nelson (1932-1939); en 1940 con Arthur Farnsworth, quien la dejó viuda en 1943; dos años más tarde se casó con William Grant Sherry, de quien se divorció en 1947; para finalmente unirse con el actor Gary Merrill en un enlace que duró de 1950 a 1960.
Bette Davis, quien dejó una película inconclusa, falleció a los 81 años de edad, en París, Francia, el seis de octubre de 1989, debido a un cáncer de mama.