Bin Laden volvió a acaparar los titulares de la prensa cuando funcionarios dijeron que solicitó la ayuda de Al Zarqawi, para planear nuevos ataques .
WASHINGTON (AP).-El presidente George W. Bush dijo el jueves que las gestiones para impedir que Osama Bin Laden ataque nuevamente Estados Unidos constituyen "el mayor desafío de nuestro tiempo".
La Casa Blanca ha intentado restar importancia de capturar a Bin Laden ya que se ha perdido la pista más de tres años después de los atentados del 11 de septiembre del 2001. Debido a ello, Bush apenas menciona a bin Laden, al que otrora deseó capturar "vivo o muerto".
Los opositores suelen criticar la manera en que Bush ha manejado la guerra contra el terrorismo. Dicen que la invasión de Irak que emprendió el mandatario estadounidense fue una aventura innecesaria que desvió recursos a la caza de bin Laden, y que el caos subsiguiente en Irak ha hecho de ese país un hervidero de terroristas.
Bin Laden volvió a acaparar esta semana los titulares de la prensa cuando funcionarios de espionaje dijeron que solicitó la ayuda de Abu Musab Al Zarqawi, el líder de Al Qaeda en Irak, para planear nuevos ataques dentro de Estados Unidos.
En la ceremonia de juramentación del nuevo secretario del Departamento de Seguridad Interior, Mike Chertoff, Bush confirmó el contacto entre bin Laden y al-Zarqawi.
"Perseguimos constantemente a bin Laden. Seguimos presionándolo, obligándole a esconderse. Y hoy Zarqaui entiende que la coalición y las fuerzas iraquíes lo persiguen constantemente", indicó Bush en el edificio federal Ronald Reagan, cerca de la Casa Blanca.
"El mensaje de Bin Laden sigue siendo una advertencia de que Al Qaeda confía en atacarnos en nuestro propio suelo", insistió el mandatario. "detenerlo es el mayor desafío de nuestro tiempo, y bajo el liderazgo de Mike (Chertoff) haremos todo lo posible para encarar ese desafío".
Bush dijo que han sido logrados avances en otras áreas para proteger al país de un ataque terrorista, e insistió que la campaña contra las células terroristas tiene éxito y que han sido adoptadas "medidas extraordinarias" para reforzar la seguridad nacional. Ambas aseveraciones han sido tenazmente cuestionadas por la oposición.
El mandatario reconoció que todavía queda mucho por hacer en este terreno.
"No podemos dormirnos en los laureles", afirmó el presidente, "a medida que adaptamos nuestras defensas, los terroristas adaptarán en respuesta sus tácticas ... Continúan planteando una gran amenaza al pueblo estadounidense".