POR PEDRO GALINDO MORALES
EL SIGLO DE TORREÓN
DURANGO, DGO.- Se apoderaron del basurero municipal los pepenadores de ese lugar por varias horas, con el fin de exigir que se cumplan los acuerdos a los que llegaron con la Dirección de Aseo Urbano del Municipio meses atrás.
Al mediodía de ayer, los más de 300 empleados de la “pepena” del basurero municipal cerraron las puertas del relleno sanitario para evitar que los camiones recolectores ingresaran y prosiguieran con su trabajo; prácticamente tenían secuestrados cuatro vehículos adentro y más de una docena afuera.
De acuerdo con las declaraciones de los líderes de estos trabajadores, Ramón Álvarez y Rosario Barrios, los empleados de los camiones les quitan el sustento de cada día, se apoderan del plástico y más material reciclable, y cuando el vehículo recolector llega al basurero ya viene pepenado.
Reclaman que los empleados de la recolección de basura reciben un sueldo y prestaciones del Municipio, por lo que no se les hace justo que además se lleven los materiales y dejen a los pepenadores sin percibir dinero para mantener a sus familias.
Aseguran que las personas que pepenan en el basurero es su única fuente de ingresos, además que de ahí se proveen de ropa y calzado.
Quieren que les respeten su espacio y su negocio, pues se consideran una comunidad que ahí mismo tienen compradores y añaden que todo el material debe llegar a ese lugar sin que antes lo hayan pepenado, según los acuerdos a los que han llegado con las autoridades municipales.
“Somos los dueños, los que decidimos, registramos y sabemos a quién le vendemos y a quién no, y ninguna persona externa debe intervenir, pues habemos gente que ya tiene más de 25 años aquí”, señalaron los manifestantes.
En ese momento, llegaron varios vehículos con material reciclable que habían bajado de los camiones, como prueba que ya lo traían apartado y listo para vender.
Los pepenadores señalaban a Felipe Cortez, subdirector de Aseo Urbano, como la persona que tiene relación con los camioneros y con los que compran el material, pues argumentan que tienen fotos de la camioneta del funcionario en las afueras de los lugares que reciben el producto reciclado.