EL SIGLO DE TORREÓN
DURANGO, DGO.- Insisten los desarrolladores de vivienda en que la no municipalización de más de 70 fraccionamientos es y ha sido siempre responsabilidad de los gobiernos municipales.
Sin embargo, reclaman que últimamente los constructores de fraccionamientos han sido objeto de ?linchamiento social?, al ser ?satanizados? -dicen- como los culpables de todos los males en la ciudad.
Juan José Bruciaga Hernández, líder estatal de la Cámara Nacional de Desarrolladores de Vivienda (Canadevi), señaló que el Ayuntamiento hace constantes y onerosos cobros por gastos de supervisión a los desarrollos que están en construcción.
Por tanto, dijo, debe suponerse que la autoridad está enterada de cada avance que registran los fraccionamientos en proceso de edificación, y si no hace observaciones de cambio o mejora, en ese sentido resulta lógico que la municipalización será concedida. Su propuesta es que sea como un trámite automático.
Y explicó: ?la normatividad municipal dice que para municipalizar un fraccionamiento éste debe estar ocupado en un 70 por ciento de habitantes; sin embargo, hay casos que se proyecta un desarrollo a varios años y por etapas, y la autoridad no los recibe porque existe esta cláusula que prohíbe municipalizaciones seccionadas. Por eso pedimos que se modifique?.
Con molestia por los problemas recientes que se han suscitado en varios fraccionamientos ?como Los Agaves y Los Duraznos-, Bruciaga Hernández recriminó al Municipio, pues recauda una enorme lista de impuestos, derechos, permisos y gravámenes a los desarrolladores, para que al final no les conceda a éstos la municipalización de sus proyectos.
?Primero pagamos licencias de construcción, otras de fraccionamiento y otras de vivienda; pagamos la supervisión de la urbanización y de las viviendas. ¡La peregrinación de pagos es porque las autoridades municipales no se han puesto las pilas! Nada más de trámites a veces nos llevamos hasta año y medio?, expuso.
El presidente de la Canadevi en Durango indicó que los pagos son en proporción a los metros cuadrados del desarrollo, de la construcción y de cada vivienda.
Reprochó: ?nosotros pagamos y sin embargo, nosotros como desarrolladores siempre tenemos la culpa? le pagamos supervisión al Municipio, al Infonavit, a las Sofoles que dan el crédito, y la nuestra; entonces, tenemos muchas supervisiones como para que nos echen la culpa?.
Señaló que los socios de Canadevi demostrarán en breve que la responsabilidad no es de ellos, sino del Municipio, pues cuestionó: ?¿para qué cobra supervisión, si no la va a ejercer, lo mismo que Infonavit??.
Agregó que las fianzas, los permisos y las supervisiones son ?bastante caritas?. Y puso de ejemplo que las factibilidades de agua que otorga el Sistema de Desarrollo de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa), en ocasiones llegan a tener un costo de 32 mil pesos por vivienda, a pesar que se trate de viviendas de 160 mil pesos en su valor comercial.
?Bajo ese esquema nadie va a construir en Durango. Por eso creo que el Estado y el Municipio tienen la obligación de generar las condiciones necesarias para que uno como empresario pueda hacer las cosas. Pero si no tienen la mínima infraestructura, estamos cruzados de brazos?, concluyó Bruciaga.