Madrid, (EFE).- La "bola de fuego" avistada el 4 de enero de 2004 en el occidente de la Península Ibérica era un meteoro de 750 kilos que estalló a 28 kilómetros del suelo, según el trabajo realizado por un grupo internacional de investigadores al que tuvo acceso EFE.
El proyecto, al que la revista "Meteoritics and Planetary Science" le dedica la portada de su próximo número, estuvo liderado por un equipo de investigadores de varias regiones de España, en el que también intervinieron italianos, norteamericanos, canadienses y suizos.
El artículo resume un año y medio de investigación y supone la primera vez en España y la novena en la historia mundial que se determina la órbita de un meteoro y sus propiedades físicas y químicas.
En la tarde del domingo 4 de enero del pasado año, varios miles de personas observaron en España cómo una "bola de fuego" surcaba el cielo en trayectoria descendente.
El meteoro entró en la atmósfera por Lisboa a 61 mil kilómetros por hora tras un viaje interestelar de 48 millones de años, recorrió una trayectoria de sudoeste a nordeste y estalló cuando estaba a 28 kilómetros del suelo desperdigando pedazos, de entre 1.3 kilos y 11 gramos, en un área de cien kilómetros, explicó José Luis Ortiz, uno de los investigadores.
Se trataba del primer meteorito "cazado" en España en 57 años y su espectacular brillo, que superó al de la Luna llena, fue captado por las cámaras de cientos de aficionados.
Hasta el momento, han sido catalogados 32 fragmentos del meteoro, según los investigadores.