Los atentados se produjeron con coches bomba conducidos por suicidas, pero ninguno consiguió llegar al blanco elegido al impedírselo las fuerzas del orden.
Bagdad, (EFE).- Seis coches bomba han estallado hoy, miércoles, en Bagdad y sus cercanías y han dejado una treintena de muertos y otros tantos heridos, muchos de ellos agentes de policía, que son blanco habitual de los atentados en Irak.
Según un comunicado del mando militar estadounidense, los atentados se produjeron todos con coches bomba conducidos por suicidas, "pero podía haber sido mucho peor", ya que ninguno de los terroristas consiguió llegar al blanco elegido al impedírselo las fuerzas del orden.
El primer atentado se produjo a las 7.00 hora local, cuando un coche bomba estalló frente a la embajada australiana en el barrio de Jadriya (centro de Bagdad) y dejó dos muertos, ambos civiles iraquíes, asegura el comunicado.
Sin embargo, el capitán de policía Hatem Hamid dijo a EFE que él vio al menos tres cadáveres y siete heridos, de los que dos eran empleados municipales que barrían la calle en el momento de la explosión.
No hay "ningún extranjero" entre las víctimas, precisó el capitán, aunque el Gobierno australiano dijo después que dos soldados de esta nacionalidad de los que custodian el edificio de la cancillería habían sido atendidos por cortes en la cara causados por trozos de vidrio de las numerosas ventanas que saltaron por los aires.
Un cuarto de hora después, otro coche bomba estalló junto a la comisaría del barrio de la céntrica plaza de Al Andalus, causando la muerte de 18 personas, cinco de ellas agentes de policía.
Un testigo que se identificó como Falah al Amar dijo a EFE que el coche bomba iba conducido por un suicida que parecía conocer muy bien el lugar y las rutinas de los policías, pues lanzó su vehículo no contra la comisaría, fuertemente protegida, sino contra la cafetería donde los policías acostumbran a desayunar antes de salir de patrulla.
A las 8.15 hora local, otro coche bomba explotó en una de las entradas del Aeropuerto Internacional de Bagdad y mató a dos guardias de seguridad y dejó tres heridos más, según el comunicado.
Casi a la misma hora, otro coche bomba estalló junto a la base militar de Al Muzana, donde mató a dos civiles y dos soldados iraquíes.
Al Muzana, una antigua base aérea situada a la entrada del barrio de Al Mansur, sirve como centro de reclutamiento militar y policial, y ya en el pasado ha sido objeto de varios atentados.
El grupo de Abu Musab al Zarqawi, considerado representante de Al Qaeda en Irak, se atribuyó, a través de su página web, la autoría de los coches bomba contra la embajada australiana y contra la base Al Muzana, pero no los otros.
Cerca del mediodía, un quinto coche bomba hizo explosión en un banco en el barrio de Oteifiya (norte de Bagdad), que al parecer se encontraba lleno de policías que esperaban para cobrar su paga extra de la "Fiesta del Sacrificio", que comienza mañana.
Fuentes del Hospital Al Karj aseguraron a EFE haber recibido dos cadáveres y nueve heridos por este último atentado, pero no pudieron precisar cuántos de ellos son policías.
Ya fuera de la capital, otro coche bomba estalló a unos 80 kilómetros al sur, cerca de la ciudad de Hillah, y mató a un policía iraquí, según informó el mando polaco, que tiene a su cargo la seguridad en la zona, sin dar más detalles.
Los grupos insurgentes iraquíes han desplegado una estrategia de creciente violencia conforme se aproximan las elecciones del próximo 30 de enero, cuyo desarrollo ya han anunciado que piensan entorpecer por todos los medios.