Chicago (EU), (EFE).- Investigadores del Instituto de Rehabilitación de Chicago, en el estado de Illinois, han probado con éxito en un paciente un brazo artificial que puede moverse con el pensamiento.
La extremidad artificial fue probada por Jesse Sullivan, un hombre que perdió sus brazos cuando tocó cables eléctricos mientras reparaba líneas de conducción en Tennessee.
"Cuando Jesse piensa en cerrar la mano, el impulso es recogido por un transmisor que lleva la orden a su mano. El piensa en cerrar la mano y ésta se cierra", señaló.
Según explicaron fuentes del Instituto de Rehabilitación, el brazo tiene una capacidad de rotación de 360 grados y actúa a los pocos segundos de recibir la orden.
Además, en última instancia, pequeños sensores que serán instalados en la punta de los dedos permitirán que Sullivan recupere en cierta medida el poder del tacto y del calor.
Según señalaron los médicos del instituto en un informe, el brazo artificial podría ser un avance que cambiará la vida de personas que viven sin sus extremidades, pacientes con lesiones en la columna vertebral o víctimas de ataques apopléticos.
El informe añadió que una vez que se haya perfeccionado su fabricación, el brazo tendrá un costo de unos seis millones de dólares.