Agencias
NUEVA YORK, EU.- "Nadie utilizaría la palabra retrospectiva". El curador Harold Koda describe la gran exposición de Chanel, que abre sus puertas hoy en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, como "un diálogo entre presente y pasado", con lo que se sitúa en la misma línea de pensamiento que el diseñador de Chanel Karl Lagerfeld.
Para la apertura de la expo se realizó una gala cargada de estrellas.
Entre los asistentes estuvieron Nicole Kidman, Sheryl Crow, Mary-Kate y Ashley Olsen, Amanda Peet, Jessica Simpson, Marcia Gay Harden, Jennifer Connelly, Liam Neeson, Natasha Richardson, Kevin Costner y muchos más.
No podían faltar los diseñadores, como Tom Ford, Tommy Hilfiger, Zac Posen, P. Diddy, Diane von Furstenberg y Kenneth Cole.
Para Lagerfeld, retrospectiva significa retroceso. Siempre buscando nuevos horizontes, este modisto, uno de los más conocidos del mundo, tiene fama de ser "el diseñador que nunca duerme".
"No tengo la necesidad de una biografía", dijo hace poco. En los últimos meses, se habían sucedido los rumores acerca de una supuesta biografía de Lagerfeld que alguien estaba escribiendo. Incluso se mencionó como autora a la periodista del New York Times Cathy Horn. Pero Lagerfeld lo negó todo.
Su historia, dijo, es muy diferente a aquella que se cuenta. En los hechos, el hijo de un empresario de Hamburgo nunca permitió realmente que el gran público lo conociera de cerca.
Con su melena blanca recogida a lo Mozart ("el peinado más cómodo que existe y la única manera de controlar mis cabellos rizados"), gafas de sol y abanico, él mismo se convirtió en su propia seña de identidad.
Detrás de estas insignias esconde a la que muchos describen como una persona especialmente sensible. A su potente imagen, Lagerfeld suma el valor de reinventarse constantemente.
Desde su legendario adelgazamiento en el 2000, cuando bajó más de 40 kilos, lleva trajes a medida de Dior Homme o chaquetas entalladas de la marca estadounidense Libertine. Con ellos combina numerosos anillos, cadenas y (como hace poco en la inauguración de una exposición en su honor en Apolda, Alemania) un cinturón de metal de cinco kilogramos de peso.
"La vanidad es la mejor disciplina", comentó con respecto a sus pesados accesorios en Apolda. "Hay que mantenerse en forma, sino uno acaba roncando en un sillón", añadió.
Este multitalento (Lagerfeld diseña ropa para diversas casas, toma fotografías, edita libros y además decoró varios hoteles) tiene que estar siempre en movimiento.
En ese sentido está de acuerdo con Coco Chanel, que decía que una mujer debe estar siempre en condiciones de alcanzar un autobús en marcha.
Coco Chanel (1883-1971), que puso de moda el cabello corto, los pantalones para mujeres, el look deportivo y la vestimenta cómoda y elegante a la vez, fue durante gran parte de su vida una defensora de la modernidad femenina.
Moderno es también el adjetivo preferido de Lagerfeld, que comenzó en 1983 a dar a la casa Chanel una imagen acorde con los tiempos actuales.
Hoy todos piensan de inmediato en el hombre de la coleta cuando se trata de Chanel. A los 66 años, se encuentra en la cumbre de su fama.
Cuando el año pasado diseñó una colección para H&M, ésta se vendió como pan caliente. Los clientes directamente se arrancaban las prendas de las manos.
También hizo furor la venta de su marca Lagerfeld Gallery a Tommy Hilfiger.
No importa donde se presente, en un pueblo del interior de Alemania o en Nueva York, Karl Lagerfeld parece una estrella del rock.
También en este aspecto existe un paralelismo con "mademoiselle" Chanel: Esta puso al mundo de la moda otra vez patas arriba a los 70 años y se convirtió en superestrella.
Las muchas vinculaciones entre Coco y Karl, Chanel ayer y hoy, son reflejadas en la exposición con numerosos modelos y accesorios, instalaciones en video y citas.
Al mismo tiempo, se editó un catálogo para el cual Lagerfeld dibujó con sus propias manos cabezas o extremidades sobre fotos de sus vestidos.