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Buen comienzo/Divagaciones de la manzana

Martha Chapa

Si bien el V Informe de Gobierno que presentó ante la III Asamblea Legislativa del Distrito Federal se refirió en su mayor parte al trabajo y las obras de su antecesor, Alejandro Encinas también se dio oportunidad de hacer sus propias propuestas y programas institucionales, aun cuando apenas tiene un par de meses de ocupar el cargo.

Así, en la primera parte de su exposición hizo referencia a inversiones históricas en programas sociales y obras viales, además de ahorros por más de diez mil millones de pesos gracias a las políticas de austeridad.

También indicó que ya no presentará la iniciativa para crear la Secretaría de Educación y Cultura, medida que había anunciado desde su toma de posesión. Y qué bien que se está revalorando esa propuesta debido a la polémica que ha generado, pues la verdad es que desde el principio se debió haber estudiado mejor, ya que se trata de un esquema rebasado históricamente. Así se ha manifestado en múltiples foros celebrados tanto en nuestro país como en otras latitudes, donde se ha argumentado que a pesar que la educación y la cultura son ámbitos muy vinculados entre sí, deben concebirse y atenderse por separado.

Además, enumeró otros compromisos, como la Iniciativa de Ley Contra la Discriminación y la de Reformas a la Ley Ambiental local a fin de establecer áreas ecológicas comunitarias, el entubamiento del Gran Canal, la recuperación del Canal Nacional y del Acueducto de Guadalupe, así como impulsar una agenda metropolitana, que por cierto se presentó acertadamente días antes de su informe como un decálogo de prioridades. Y en materia presupuestal, Alejandro Encinas recordó que en las próximas semanas deberá enviar a la Asamblea Legislativa el paquete económico de la ciudad para 2006.

Entre los partidos políticos con representación en esta Cámara legislativa, el PAN fue el más crítico, pero todos expresaron sus demandas y puntos de vista. Le recriminaron al jefe de Gobierno su falta de voluntad para hacer valer la Ley contra Marcelo Ebrard y Miguel Bortolini, dado el presunto desvío de recursos públicos hacia a actos proselitistas, a pesar de que la Asamblea emitió un mandato claro para que renunciara “ese delfín”, pues “el señor Ebrard se fue cuando quiso, no cuando esa soberanía se lo exigió”, según expresaron.

Y peor aún, la diputada panista Mariana Gómez del Campo acusó al Gobierno de la Ciudad de estar plagado de “delincuentes de cuello amarillo”, pero le respondió bien Encinas, a quien los diputados de su propia fracción no lo defendieron como debieron hacerlo.

No obstante, el acto se condujo dentro del orden institucional, aunque a momentos se llegó a sentir cierta tensión por la pugna que hay entre los diferentes grupos de diputados perredistas, pero que a fin de cuentas no deslucieron el evento, pues ellos mismos habrían puesto en entredicho la capacidad del PRD como ejemplo de gobernabilidad y estabilidad política.

Alejandro Encinas hizo énfasis sobre una transición de Gobierno ordenada y transparente, imparcialidad en los procesos electorales, medidas para evitar el desvío de recursos públicos a favor de algún partido o candidato, así como respeto irrestricto a la libertad de expresión y a la diversidad, disposiciones que en conjunto deberán cumplirse, pues son demandas y exigencias de la propia ciudadanía.

Un punto que concentró una gran atención en el V Informe fue el ámbito metropolitano, aprovechando la presencia del nuevo gobernador del Estado de México, Enrique Peña, lo cual celebramos los ciudadanos de una y otra entidad, porque augura más decisiones y recursos en este rubro, que va más allá de una prioridad regional y alcanza una relevancia nacional. Esa preocupación se pudo percibir también en los posicionamientos de los partidos políticos, como especialmente lo hizo el PRI, que incluso elevó la petición de que se creara la Secretaría de Desarrollo Metropolitano del D.F., como ya existe en la entidad vecina, atendiendo la recomendación de una reunión interparlamentaria que se celebró desde el año 2001.

En efecto, el funcionario propuso de nueva cuenta al nuevo gobernador del Estado de México una agenda inicial, que desde la perspectiva del Gobierno del Distrito Federal representa los requerimientos más urgentes para ser atendidos en materia de seguridad pública, asentamientos humanos, transporte y vialidad, protección civil, medio ambiente, agua y drenaje, manejo de residuos sólidos, delimitación de la Zona Metropolitana, establecimiento de un marco jurídico metropolitano y la creación del Fondo de Obras y Servicios Metropolitanos, entre otros. Asimismo, invitó a ese órgano legislativo a que de manera conjunta participe en la definición de la agenda metropolitana, que requerirá no sólo la coordinación y voluntad de los ejecutivos locales, sino la concurrencia del Congreso del Estado de México y de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

En general, un buen informe del nuevo jefe de Gobierno, que se compromete a dar seguimiento y cumplimiento a los compromisos que existen desde que se inició esta administración, pero a la vez -y esto es todavía más encomiable- anuncia que atenderá otros rubros que se habían omitido o a los que no se les había otorgado la suficiente relevancia y recursos. Es el caso de las tareas metropolitanas, en las que si bien se han registrado avances importantes -sobre todo en los dos últimos años- su magnitud, relevancia y urgencia son tales que requieren un mayor esfuerzo. Alejandro Encinas tiene la oportunidad de darle un verdadero impulso a este rubro en el último año de Gobierno.

e mail: enlacha@paprodigy.net.mx

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