Sofía, (EFE).- Un ciudadano búlgaro de 106 años de edad ha renunciado a los medicamentos gratuitos que le corresponden hasta el final de su vida porque está sano y no necesita ningún tipo de tratamiento, informa la prensa de Sofía.
Mimin Karasalihov, de la aldea de Smilian, en el sureste del país balcánico, es uno de los longevos de la región que tiene derecho a recibir, a título gratuito, medicamentos de la Asociación Nacional de Fabricantes Farmacéuticos.
Sin embargo, el hombre ha renunciado a tal privilegio al declarar que está sano y no necesita ningún tipo de pastillas.
"El último chequeo médico muestra que está totalmente sano", declaró a la prensa su médico de cabecera, mientras que el nieto de Karaslinhov aseguró que su abuelo "nunca estuvo enfermo, ni tomó pastillas" y que hasta hace un año trabajaba en el campo.