EFE
Buenos Aires, Argentina.- El ministro argentino de Economía, Roberto Lavagna, afirmó ayer que su país está dispuesto a mantener una ?conversación útil? con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reanudar las negociaciones financieras con el organismo.
?He leído que el FMI estaría interesado en conocer nuestra posición. Desde ya haremos conocer, una vez más, nuestros puntos de vista y decisiones sobre el funcionamiento de la economía y el estado de la sociedad argentina?, declaró. Lavagna hizo estas manifestaciones un día después de que el Fondo reiterase que le corresponde a Argentina comunicarle su deseo de negociar un nuevo acuerdo y no al organismo dar una señal de flexibilidad al gobierno argentino, como ha sugerido el Ejecutivo que presidente Néstor Kirchner.
?Tal y como está el partido a esta altura, las autoridades (argentinas) deben indicar? su deseo de negociar, dijo ayer miércoles el portavoz del Fondo Monetario Internacional, Thomas Dawson, en una rueda de prensa en Washington. ?Espero que ello permita ahora una conversación útil para todos?, indicó ayer Lavagna al ser consultado sobre las declaraciones de Dawson, quien indicó que al FMI le ?complacerá reaccionar a cualquier propuesta? argentina.
El Consejo Ejecutivo del Fondo había dado el visto bueno para que la gerencia del organismo multilateral de crédito comenzase las negociaciones con el país sudamericano el 13 de julio último.
Sin embargo, a finales del mes pasado Lavagna advirtió de que ?el único requisito? para reanudar las conversaciones es recibir alguna indicación del FMI, y dijo que los planteamientos del Fondo no son ?una base de negociación aceptable?.
?La última presentación preparada por el equipo (del organismo) para la reunión informal del ocho de julio de este año no es un marco rígido al cual debe amoldarse la negociación? y ?entra en colisión con aspectos centrales de la política económica argentina?, sostuvo por entonces el ministro.
El acuerdo crediticio del Fondo Monetario con Argentina fue suspendido en agosto de 2004, cuando el gobierno de Buenos Aires adujo la necesidad de evitar que las discrepancias con el organismo afectaran al plan del canje de la deuda en cese de pagos, operación que finalmente se concretó el pasado dos de junio.