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MÉXICO, DF.- Un juego de vida o muerte será el sexto encuentro de la serie por el título en la Conferencia Este de la Asociación Nacional de Basquetbol (NBA) el que disputen hoy Pistones de Detroit y el Calor de Miami en el "Palacio" de Auburn Hills, casa de los Pistones.
Para Detroit, el encuentro resultará decisivo, pues saben que si ganan forzarán la celebración de un séptimo cotejo, el cual se celebraría el próximo lunes en la ciudad de Miami y que en caso de perder dejarán ir una oportunidad de erigirse como la nueva dinastía de la NBA.
Además, para la escuadra de los Pistones el juego de hoy tendrá mucho más que la supervivencia de por medio, también está en juego demostrar que no fue equipo de un solo año que sacó provecho de los conflictos internos de su rival para conseguir el título, y lo único que da credibilidad es ganar un segundo cetro.
Tan intenso es el deseo de este equipo en ser bicampeón que uno de sus guardias, Lindsay Hunter declaró ayer que, "queremos el título, deseamos repetir, ya que son pocos los equipos que lograron ganar títulos de manera consecutiva, y nosotros queremos ser uno de ellos, estar en la élite de la NBA".
Por otra parte, en las filas de Miami, si bien están tranquilos por la ventaja que tienen, hay un poco de preocupación por el estado físico de su estelar guardia Dwayne Wade, quien la víspera salió lesionado de una costilla y que ayer no practicó con el equipo.
Y una posible baja de Wade podría afectar a la escuadra de Miami, ya que esta joven estrella es el líder anotador de su equipo al promediar 27 puntos anotados en cada uno de los partidos de postemporada que ha disputado.
A su vez, el entrenador de Miami, Stan Van Gundy, minimizó las declaraciones de algunos elementos de Detroit en el sentido de que Miami ha ganado sus partidos con algo de ayuda arbitral, "de acuerdo a lo que dicen ellos nosotros no hemos ganado un solo juego, por lo que apenas buscamos nuestro primer triunfo
