El País
Madrid, España.- El glamour define la nueva historia de Martin Scorsese para la gran pantalla. El Aviador se centra en los primeros años de vida de Howard Hughes -antes de convertirse en un hombre recluido en hoteles y obsesionado con los gérmenes-, un pionero de la aviación, un mujeriego, un ambicioso millonario que llegó a Hollywood para revolucionar la industria del cine.
Leonardo DiCaprio seduce como Hughes, Cate Blanchett sorprende en la piel de Katharine Hepburn y Kate Beckinsale presta su belleza a una mujer reconocida principalmente por su maravilloso físico, Ava Gardner. Los tres bajo el ojo mágico de un hombre que, a pesar de su reconocido talento como director, todavía sueña con ganar su estatuilla, porque Martin Scorsese, como reconoce, tiene una espina clavada por esa obsesión de la Academia de Hollywood a negarle su merecido Oscar.
El mayor homenaje de la cinematografía reciente al Hollywood de los años treinta viene de la mano de Scorsese, un ambicioso director aficionado a crear filmes épicos. A sus 61 años, Scorsese está considerado como uno de los directores más influyentes del cine norteamericano. Este neoyorquino de pro ha regalado a la historia memorables títulos que definen su estilo cargado de testosterona, desde Malas Calles hasta Taxi Driver pasando por Uno de los Nuestros, Casino o Gangs of New York, en todas ellas ha mostrado con crudo realismo la sensibilidad de personajes particularmente rudos.
Con El Aviador Scorsese vuelve a provocar, a contar una historia urbana, esta vez desde las debilidades de un personaje como Howard Hughes: ?Quería recrear el viejo Hollywood de los años veinte, los treinta y los cuarenta; quería mostrar su forma de pensar, eso me sedujo, igual o más que el abuso que Howard Hughes se infringía a sí mismo. Conocí al Hughes recluido, excéntrico, y cuando leí el guión me sorprendió encontrarme con un visionario, un hombre fuerte con una debilidad terrible: su miedo a los gérmenes?.
El Aviador es el sueño de Leonardo DiCaprio, un sueño que le costó 11 años realizar y para el que ha contado con la ayuda del productor Michael Mann, el guionista John Logan y por supuesto de Scorsese. Es una película coral, con innumerables secundarios de la talla de Willem Dafoe, Alan Alda, Iam Holm, Alec Baldwin o Gwen Stefani (en el papel de Jean Harlow) y Jude Law, que participa sólo unos instantes: ?Dar vida a Errol Flynn ha sido fascinante. Dos minutos en un filme de Martin Scorsese es un sueño hecho realidad?, dijo Jude Law.
Scorsese se encuentra rodeado de sus actores, habla con rapidez mientras bebe un refresco en la habitación del hotel de Beverly Hills donde nos ha citado para entrevistarle, un hombre que a pesar de su historia todavía no ha conseguido ningún Oscar: ?Tengo que promocionar la película, siento que tengo que apoyarla tanto como pueda y si eso ayuda a conseguir nominaciones, fantástico; si gana un Oscar, incluso mejor, pero mi historia con la Academia de Hollywood es extraña porque me han ayudado cuando más lo necesitaba, me han reconocido cuando nadie lo hizo y me han abandonado cuando yo pensé que iban a premiarme?.
El Aviador se centra en aquella época de la vida de Hughes, cuando dirigió Ángeles del infierno, batió el récord de velocidad en aviación y se enamoró de Katharine Hepburn: ?Creo que ella fue la única mujer que le rompió el corazón?, explica Scorsese. Cate Blanchett se presentó ante Marty (así llaman a Scorsese sus íntimos) para su prueba caracterizada como Hepburn, tirando su abrigo por el suelo e imitando la risa de la actriz: ?Interpretar a este icono de la pantalla fue un reto porque tuve que desarrollar un personaje que pertenece a la historia del cine de la mano del hombre que más sabe de cine en Hollywood?, asegura Blanchett.
Fue durante una fiesta la noche de los Globos de Oro de hace cuatro años cuando Scorsese decidió que Blanchett sería Hepburn: ?El parecido entre las dos es asombroso. Después descubrí que Cate es la mejor actriz de su generación?, explica Scorsese. Hollywood se recrea a sí mismo en El Aviador, el glamour de una época se estrella contra la realidad de un hombre que se escondía del público y, sin embargo, disfrutaba de la compañía de mujeres hermosas entregadas en cuerpo y alma a su fama.
?Ava Gardner era como otro hombre para Hughes, alguien que no tomaba nada de Howard, si él la pegaba, ella pegaba más fuerte, por eso fueron amigos durante veinte años. Ella casi le mata cuando le golpeó con un cenicero en su casa, la hermana de Ava tuvo que salvarle?, confiesa Scorsese a carcajadas, un hombre que tuvo que rodar esa escena para su película más de treinta veces porque ni Leonardo ni Kate Beckinsale (en el papel de Ava Gardner) conseguían recrearla tal cual él la visualizaba.
?Cuando empiezas como actriz a los 17 años uno de tus sueños es rodar con Scorsese. Ahora ya puedo pensar en retirarme. Esta experiencia ha sido de las más fértiles y creativas de toda mi vida?, comenta Beckinsale. ?Ava era una mujer a la antigua, increíblemente fuerte pero sin maldad. Es una rara cualidad que no se ve mucho hoy en día. Creo que las mujeres que se representan en El Aviador disfrutaban de la vida sin manipularla. Ava, sin duda, era terriblemente leal, con un gran sentido del humor, explosiva en sus relaciones, algo que no ayudó a crear de ella una imagen de mujer decente, aunque lo era, y mucho?. Si Hepburn representaba la mujer independiente, Ava simbolizaba la belleza en el cine, ambas sofisticadas, inalcanzables, misteriosas, iconos de los personajes femeninos de una era que se soñaba desaparecida.