Berlín, (EFE).- Una fundación religiosa se propone convertir en Museo Papal la casa natal de Joseph Ratzinger en la localidad bávara de Marktl am Inn y que sea el propio Benedicto XVI quien la inaugure en la anunciada visita a su tierra, del 10 al 15 de septiembre de 2006.
La fundación, vinculada a la familia del que fue cardenal de Colonia, Joseph Frings, fallecido en 1978, tiene el propósito de adquirir el inmueble, que fue puesto a la venta por su propietaria, Claudia Dandl, y convertirle en museo.
Ratzinger vino al mundo en esa casa el 19 de abril de 1927 y vivió en ella apenas unos años.
La casa, construida en 1700, se convirtió desde la elección de Ratzinger como Papa en punto de peregrinación y atracción turística, como lo es la casa natal de su antecesor, Juan Pablo II (Karol Wojtyla), en la población polaca de Wadowice.
Se desconoce el precio que ha ofrecido la fundación por la casa, ya que mientras algunos medios habían hablado de hasta 3.5 millones de euros, en medios inmobiliarios se considera la cifra desmesurada.
Dandl, la propietaria, adquirió la casa unos años antes para vivir en ella con sus hijos.
La elección de Ratzinger alteró esos propósitos y, ante la avalancha de turistas que se acercaron al lugar, con intención de que se les mostrase la casa, decidió venderla.
La población, de 2 mil 700 habitantes, no ha esperado a ver qué ocurre con la casa natal de Ratzinger y entretanto ha desarrollado ya su propio culto a la figura del Papa.
Algunas pastelerías ofrecen dulces y otras especialidades supuestamente preferidas por Ratzinger, también de acuerdo con la tradición de los pastelitos de crema que se ofrecen en Wadowice.
