Viena, (EFE).- La medicina científica está ya cerca de lograr una terapia de inmunización contra el tabaco, posiblemente en forma de una vacuna, según anunció en Viena Michael Kunze, jefe del Instituto de Medicina Social de la Universidad de Viena.
El médico trabaja junto con otros expertos en el Karolinska Institutet de Estocolmo, en Suecia, en el desarrollo de anticuerpos contra la nicotina, estudio que en su fase actual se centra en experimentos con ratones.
Después de haber recibido una inyección de nicotina, los animales corretean por todos lados "como locos", pero se tranquilizan al haber recibido los anticuerpos, explicó Kunze en un certamen titulado "El futuro sin humo" en el Ministerio de Sanidad austríaco.
La próxima fase de la investigación será la de pruebas en pacientes humanos, ante todo para poder aplicar el método en la profilaxis contra las recaídas de antiguos fumadores.
La continuación del proyecto depende, sin embargo, de que se comprometa en él un grupo farmacéutico importante, advirtió el especialista, si bien reconoció que aún "pasarán años" hasta que "la vacuna contra el tabaco" se convierta en realidad.
Kunze llamó la atención sobre alternativas al humo ya existentes que se practican, por ejemplo, en Suecia, donde los adictos se meten una pequeña cantidad de tabaco fermentado en la boca, en una bolsita parecida a las del té, y la nicotina es absorbida por las mucosas sin producir las substancias cancerígenas que no se liberan hasta quemarse el cigarrillo.
El tabaco sigue estando de moda entre los jóvenes, advirtieron expertos en el certamen, y a veces se decide ya en la escuela primaria si uno se convierte en fumador, o no: en Austria por ejemplo, un 20 por ciento de los chicos y un 26 por ciento de las chicas de quince años fuman.