AP
MADRID, ESPAÑA.- Un fiscal español dijo ayer que buscará condenas de más de 74 mil años de prisión para cada uno de los tres presuntos miembros de la red Al Qaeda acusados de utilizar a España para planear los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Se espera que el juicio comience a mediados de marzo, pero hasta ahora no se ha fijado una fecha, indicaron las autoridades de los tribunales. El fiscal Pedro Rubira dijo que para cada uno de los tres sospechosos, busca una condena equivalente a 25 años de prisión por cada una de las personas que murieron en los ataques contra el Centro Mundial de Comercio y el Pentágono.
Entre esos tres hombres está el presunto líder de la filial de Al Qaeda en España, Imad Yarkas, y dos presuntos cómplices, Driss Chebli y Ghasoub al Abrash Ghalyoun.
Chebli es oriundo de Marruecos y los otros dos sospechosos son sirios.
Rubira dijo que la cantidad oficial de muertos de los ataques del 11 de septiembre es de dos mil 973 personas. En consecuencia, cada uno de los acusados enfrente una posible condena a más de 74 mil años de cárcel.
Los tres forman parte de un grupo de 21 personas que serán enjuiciadas en España.
Las otras 18, sin embargo, están acusadas de pertenecer a una organización terrorista, pero no de ayudar a planear los ataques.
Entre los otros acusados están el periodista de la cadena televisiva Al Jazzera, Tayssir Alouny, para quien el fiscal busca una condena de nueve años de prisión; y Yusuf Galán, un español convertido al islam que enfrenta una sentencia de 18 años de cárcel.
El caso proviene de una acusación formulada en septiembre de 2003 por el principal juez antiterrorista de España, Baltasar Garzón, contra 35 personas, posteriormente ampliada a 40.
Según Garzón, Yarkas, vendedor de automóviles usados, aportó fondos y ayuda logística a algunos de los conspiradores claves de los ataques del 11 de septiembre.
Investigadores de ambos lados del Atlántico sostienen que España, junto con Alemania, fue un sitio clave para la organización de los atentados.
Mohamed Atta -quien se cree piloteó uno de los aviones que se estrelló contra el Centro Mundial de Comercio- participó en julio de 2001 en una reunión realizada en la región de Tarragona, en el noreste español, en la que se planearon los últimos detalles, tales como la fecha de los ataques, de acuerdo con Garzón.