San José, (EFE).- Costa Rica busca la declaración de patrimonio cultural para un sitio arqueológico en la zona sur del país, que combina viviendas precolombinas, misteriosas esferas de piedra y el posterior desarrollo de la actividad bananera.
"El Estado costarricense prepara una candidatura para la UNESCO en el área cultural sobre este sitio con esferas de piedra bajo la premisa de que éstas tienen un carácter único y que son de relevancia mundial", dijo el director del Museo Nacional de Costa Rica, Francisco Corrales.
Corrales precisó que la candidatura se presentará el año próximo a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), dentro de la categoría de "paisaje cultural".
A comienzos de mes un equipo de arqueólogos descubrió los restos de una vivienda que data del año mil antes de Cristo en un terreno que antiguamente ocupó una finca bananera en la comunidad de Palmar Sur, 300 kilómetros al sur de San José.
La vivienda posee 25 metros de diámetro con una rampa de acceso de 18 metros y tiene un muro construido con piedras de río que se levanta 1.5 metros sobre el nivel del suelo.
Los restos se encuentran en excelente estado de conservación debido a que el río Térraba arrastró grandes cantidades de sedimentos que enterraron la edificación.
"Hemos explorado en un área de diez hectáreas y hemos encontrado otros puntos donde se ven evidencias de que hay estructuras enterradas pues aquí hubo un foco de población", explicó Corrales.
El descubrimiento forma parte de una excavación arqueológica que realiza el Museo Nacional en diez hectáreas que pertenecieron a la "Finca 6" de la United Fruit Company.
El hallazgo
En 1938, la compañía bananera halló impresionantes esferas de piedra de diversos tamaños cuando hizo una limpieza del bosque para sus cultivos.
El Museo Nacional confirmó que las esferas, que van desde 2.5 metros hasta pocos centímetros de diámetro, estaban asociadas a un asentamiento indígena, cuyas viviendas están comenzando a ser rescatadas.
En "Finca 6" es donde existe el mayor número de esferas de piedra ubicadas en su lugar original, las cuales han sido descubiertas únicamente en Costa Rica, donde su origen aún hoy sigue siendo un misterio.
Las esferas han sido investigadas por numerosos arqueólogos pero ninguno ha podido determinar con qué fin fueron fabricadas y por qué están alineadas en formas geométricas determinadas, aunque se cree que pueden estar relacionadas con los equinoccios y solsticios.
"En su tamaño, en su número y en su asociación con sitios arqueológicos son únicas y tienen la particularidad de que son de los pocos artefactos precolombinos que no son realistas sino que son un concepto abstracto", explicó el director del Museo Nacional.