Las sutoridades quieren evitar las mil muertes que se registran al año a causa del uso de armas de fuego.
EFE
Río de Janeiro, brasil.- Tras el referendo brasileño hace unos días, que elimina el Artículo 35 del Estatuto del Desarme, pero que mantiene el resto de la norma, autoridades civiles, militares y organizaciones sociales debaten sobre el tipo de alternativas urgentes para tratar de reducir la violencia por armas de fuego en Brasil, que cada año se cobra unas 40 mil vidas.
De acuerdo a cifras del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el pasado domingo un total de 59.1 millones de brasileños, el 63.94 por ciento de los convocados a un referendo, votó contra la prohibición del comercio de armas de fuego y munición, según el escrutinio del cien por ciento de los votos concluido ayer por el (TSE).
A favor de la propuesta se pronunciaron 33.3 millones de personas, que equivalen al 36.06 por ciento, en tanto que la abstención alcanzó un 21.85 por ciento o 26.6 millones de los poco más de 122 millones de electores convocados.
La cuenta final de los votos terminó ayer martes con el escrutinio de las urnas de Sao Salvador, un remoto poblado agreste localizado en el interior del estado de Acre (norte), limítrofe con Perú y Bolivia.
Los brasileños habilitados para votar debieron responder el domingo a la siguiente pregunta: ?¿El comercio de armas de fuego y de municiones debe ser prohibido en Brasil??.
De los votos válidos, poco más de 59 millones fueron para el ?No? y poco más de 33 millones para el ?Sí?, concluyó.
El ?No? se impuso en los 27 estados del país, una aplastante mayoría que para muchos de los comentaristas políticos refleja la falta de confianza en el Gobierno central y al desgaste político de la administración que preside Luiz Inació Lula da Silva, por las denuncias de corrupción en el gubernamental Partido de los Trabajadores (PT).