París, (EFE).- Una expedición franco-peruana, dirigida por el geólogo francés Patrice Baby, ha emprendido viaje hacia el corazón de la selva amazónica de Perú en busca de un esqueleto completo del mítico cocodrilo gigante "Purussaurus".
El animal, de 20 metros de largo y un peso estimado de más de cinco toneladas, vivía hace casi 20 millones de años. Fue uno de los mayores carniceros del planeta.
En declaraciones al dominical "Journal du Dimanche", Baby explicó que, si la misión tiene éxito, el fósil será transportado fuera de la selva en helicóptero, pues "dado su tamaño, es imposible traerlo de vuelta en pequeñas piraguas".
Constituido por una decena de científicos franceses y peruanos, el equipo ha tenido que conformarse, para preparar la odisea, con fotos de satélite de la zona del Arca de Fitzcarrald, meta de su viaje, porque no hay mapas de ese territorio en plena selva.
El último occidental que alcanzó esa remota región es el escritor estadounidense Peter Matthiessen, quien "gracias a los indios" descubrió una mandíbula del cocodrilo gigante, a finales de los años 50, indicó Baby.
La expedición se ha dado quince días de plazo para reconstruir el puzzle del cocodrilo prehistórico.
Además de buscar un esqueleto completo del "Purussaurus", los científicos quieren desvelar otros secretos del mausoleo amazónico, como los hombres petrificados de los que hablan los indios, fósiles de perezosos gigantes, y otras reliquias de la prehistoria de la selva.
Los resultados de la misión serán expuestos, de aquí a fin de año, en el Museo de historia natural de Lima, indicaron los miembros de la expedición.
Han prometido que, si no encuentran el esqueleto completo del cocodrilo prehistórico, lo reconstituirán "a partir de nuestros datos".