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NUEVA YORK, EU.- Los mexicanos Café Tacvba subieron aún más las altas temperaturas que asfixian estos días a Nueva York con un concierto en el que demostraron, de nuevo, que son uno de los grupos más queridos dentro y fuera de México.
Los tacvbos se presentaron la noche del domingo, en la sala Webster Hall de Manhattan, en su última escala de la mini gira Rock Prendido que les ha llevado por 19 ciudades estadounidenses, compartiendo escenario como otros grupos como Kinky y Maldita Vecindad.
El grupo colgó el cartel de "no hay entradas" -tenían un precio de 40 dólares- en la legendaria sala, con capacidad para mil 400 personas, que vibró durante tres horas con el rock guitarrero y de ambientes de Ely Guerra y el particular ska de Café Tacvba.
Sus incondicionales seguidores se agolparon a las puertas del recinto horas antes del inicio del concierto para demostrar, sobre todo a los Tacubos, que no están solos en Estados Unidos.
Durante la hora y media que duró su actuación, el público no paró de bailar ni un momento, dando más trabajo del habitual al equipo de seguridad de la sala, que expulsó a más de una veintena de seguidores por lanzarse al aire.
El grupo formado por Sizu Yantra (cantante), Emmanuel del Real (teclados, programación y cantante), Enrique Rangel (bajista) y Joselo Rangel (guitarra) dieron un extenso repaso a su discografía, escogiendo muchos de sus éxitos.
Así, tocaron entre otros los clásicos Eres, Ingrata, La Locomotora, La Chica Banda, Déjate Caer, El Baile y el Salón, Chilanga Banda, María, Las Batallas y Rarotonga.
Antes del concierto, y en declaraciones a medios mexicanos, Sizu y Enrique se mostraron "muy contentos" por cómo se ha desarrollado esta gira estadounidense, recordando que la primera vez que tocaron en Nueva York fue ya hace tiempo, en julio de 1992.
"Para nosotros es muy interesante seguir aumentando nuestro público latino y americano, nos va bastante bien aquí. Pero nunca hemos pensado en cantar en inglés porque no ha estado nunca entre nuestros intereses ni inquietudes", indicó Enrique.
En este sentido, restaron importancia a que el uso del castellano en su música haga más difícil su entrada en el mercado estadounidense.
"El proyecto original no era para captar público ni generar mercado, no creíamos ni siquiera que fuéramos a vivir de la música", señalaron en los camerinos. "Aunque poco a poco vamos llegando a más público anglo, despertamos su interés", precisó Sizu.
Volviendo la vista atrás, y con 15 años de experiencia a sus espaldas, el futuro no les preocupa. "Seguimos disfrutando el viaje, ahora vamos a parar para comprar otro mapa para ver hacia dónde vamos", indicó Enrique.
Y es que tras acabar con la extensa gira, que les ha llevado a ciudades como San Diego, Los Angeles, Dallas y Denver, se van a tomar un tiempo para descansar "y ver cuáles son nuestros intereses".
Pero antes pondrán rumbo a España, donde tocarán cinco conciertos entre el 20 y el 31 de julio y después, dentro de unos meses, volverán a poner manos a la obra para sacar un nuevo disco.
ENCIENDE LOS MOTORES.
Ely Guerra, encargada de abrir el concierto de los tacvbos tocó temas como Te Amo, I Love You, De la Calle, No Quiero Hablar, Pa-ra Ti, Yo No, Silencio y La Tumba Falsa, versión de Los Tigres del Norte.
Aunque el público que abarrotaba la sala había ido para ver a Café Tacvba, la intérprete de Monterrey logró poco a poco calentar el ambiente.
"Ya sabíamos que tocaríamos ante gente seguidora de Tacvba, nosotros tenemos nuestro público aquí, es más reducido pero más anglo", indicó tras la actuación.
"Me gusta que los paisanos griten ¡México, México! y que saquen la bandera pero también me gusta tener un público diverso porque más allá de los idiomas, la música tiene una conexión emocional", afirmó la cantante, quien regresará a México y visitar España.
Ely Guerra, que durante el concierto contagio la sala de energía y ritmo gracias a sus potentes guitarras, sentenció que "yo soy tóxica, definitivamente".
