Pide el jefe de Gobierno a los miembros de la Sección Instructora, que resuelvan pronto el proceso "porque no puede ser uno rehén de intereses partidistas".
MÉXICO, D.F., (SUN-AEE).- Venganza, represión y uso faccioso de las instituciones, fue como calificó Andrés Manuel López Obrador el proceso de desafuero que enfrenta por el presunto desacato a una orden judicial y pidió a la Procuraduría General de la República (PGR) que se desista de la acusación.
También, el jefe de Gobierno del Distrito Federal solicitó a los miembros de la Sección Instructora de la Cámara de Diputados, integrada por legisladores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), que resuelvan pronto y en definitivo el proceso de desafuero, "porque no puede ser uno rehén de intereses partidistas".
De la versión de que los diputados priistas dicen que no hay condiciones para quitarle el fuero, el mandatario local señaló que hay debe esperar, pues "yo no diría que hay un apoyo del PRI porque todavía el proceso (de desafuero) está en marcha, y la verdad, la verdad, no confío en los dirigentes", de ese partido.
Insistió en que nunca ha habido los elementos para quitarle el fuero y "ha quedado al descubierto que se trata de una venganza política. Se supo, ya con mayor precisión, que fue una decisión que se tomó en Los Pinos, esto lo dijo el propio presidente a finales de año".
Ante ello, insistió en que el asunto se debe llevar por los canales legales y por la vía democrática, "que nos ganen en las urnas", y llamó a que "no sigan envileciendo, socavando las instituciones.
Consideró que la venganza política se debe a que "no les gusta nuestro proyecto alternativo de nación y no quisieran que las cosas cambiaran".
López Obrador opinó que en el 2006 el debate va girar en torno a dos proyectos de nación. "Más que una elección va a ser una toma de decisiones", afirmó.