Al votar por el desafuero y decidirlo, el PRI de Salinas-Madrazo le apostó a la imbecilidad y mala memoria de los ciudadanos mexicanos. Retrocedió dos décadas al menos. La opinión entre otros del “tapete” Chauyffet y de “La Muñeca” Beltrones es insultante: harán mucho escándalo al principio, pero en unos meses ni se acordarán. Y como cereza del pastel, se quema el travesti Madrazo con su descarada fiesta para agradecer la obediencia de sus también tatemados diputados.
¡Qué ceguera!
Hoy por hoy es percepción general tanto nacional como internacional -desde Uruguay Mario Benedetti se lamenta de cómo se castiga en México la popularidad- que “la República está en peligro”, pues la incipiente democracia y la estabilidad política se borraron con la canallada de los citados en alianza con el presidente Fox y un puñado de cómplices institucionales, panistas y priistas, dotados de poder legítimo pero desvirtuado, prostituido, para intentar destruir a un jefe de Gobierno legítimo, electo por millones, buen gobernante de la ciudad más grande del mundo, como noblemente reconoció Jacobo Zabludovsky, no precisamente muy perredista, como se puede ver con sus obras, algo prácticamente desconocido para el Gobierno Federal en este sexenio.
La popularidad de AMLO afectó en primera instancia a Marta Sahagún, una mujer que ilegalmente cree ser presidenta de México (se dice que gobierna) y que quiere seguir siéndolo, pero ahora sí electa, ya que domina a un presidente de pocas luces.
Juzgar la acción desestabilizante del desafuero no compete ya a autoridades que en el caso han quedado contaminadas y son juez y parte, incluyendo el Senado priista. Compete a todos los mexicanos de cualquier signo partidario, simpatizantes o no del ilegalmente desaforado AMLO, pues la canallada trasciende a cualquier funcionario y se asestó contra el país y su futuro.
La propia sociedad así lo entiende. El lunes pasado en su programa “ El Cristal con que se mira”, Víctor Trujillo hizo una encuesta inteligente: preguntó al público que quién creía que había sido más perjudicado por el desafuero: La Cámara de diputados, la PGR, López Obrador o la sociedad. La respuesta fue clara. El 11 por ciento señaló como más dañada a la Cámara de Diputados (a muchos de los cuales, por cierto, les sobran sílabas); dos por ciento a la PGR (aunque su descrédito es altísimo); siete por ciento a AMLO y un 80 por ciento comprendió que la más perjudicada fue la sociedad.
La sensación generalizada es que desde el poder nos están robando otra vez al país y somos todos los mexicanos los que tenemos que combatir si no queremos vivir una dictadura, ahora de “la Inquisición “más tonta y más entreguista, en los próximos dos años que le quedarían a Fox.
La sociedad mexicana hoy debe desempeñar su verdadero papel que no es el de observadora que tuvo en la Dictadura Perfecta, dijera Vargas Llosa. Hoy sabe que desde el primer mandatario hacia abajo, todos los hombres públicos son sus empleados y que tiene el derecho de ponerlos en orden. El artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Título Segundo, Capítulo 1, a la letra dice: “La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder político dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su Gobierno”.
Es La Ley Magna y clarísima, que no da pie a interpretaciones bizantinas como las argucias y resquicios que los leguleyos utilizaron para el desafuero. Dada la gravedad de la actual situación y basados en el Artículo 39, debemos poner un alto inmediato al presidente, a su mujer-mánager y a su corte que han perpetrado semejante golpe a la democracia. Hay testimonios probatorios de que la pareja presidencial es directamente culpable del desaguisado, así sea el PRI el que lo bendijo.
Alejandro Quintanar Pérez me envió una recopilación de opiniones sobre “La Canallada”, completa en mi página web y entre decenas de las de reconocidas personalidades, encontré “perlas” pro desafuero que muestran la dimensión mental de los diputados y de la pareja, pero sobre todo la certeza de que la que llevó la voz cantante en el desafuero fue Marta Sahagún, a quien esta semana para vergüenza de México, vemos en Roma con sombrero de boda y muerta de la risa, cuando no arrodillada ante el cardenal gringo acusado de proteger a curas pedófilos. Estas son las “perlas”:
-“¡Nos vamos a ch... a López Obrador!”, diputado del PAN Ernesto Herrera, seis de octubre de 2004, cuando perredistas protestaban por el atraco a la economía del DF con la reforma al artículo 122.
-“Ya nos ch... a Bejarano... nomás falta el p... Pejelagarto”, diputado del PRI Wintilo Vega, 21 de febrero 2005 (La Jornada ).
-“Hay que sacarlo antes de Semana Santa” Santiago Creel, secretario de Gobernación, con prianistas. (Proceso, diez de abril 2005).
-“Si por nosotros fuera, muchos panistas votaríamos en contra del desafuero, pero desde allá arriba, principalmente Marta Sahagún, quieren que votemos a favor”, diputado Germán Martínez Cázares, vicecoordinador de la bancada panista en la XIL Legislatura, en un reportaje de La Revista de El Universal, 21 febrero de 2004.
-“La decisión sobre el desafuero fue la más difícil que tomé el año pasado”, Vicente Fox, respondiendo a la pregunta de un reportero radiofónico en Monterrey, 13 de diciembre 2004. - “Andrez Manuel zólo durará hazta marzo de 2005” (sic), Marta Sahagún de Fox , diciembre 2004, en una comida con prianistas en Guanajuato. -“No seré yo, pero tampoco él”, Marta Sahagún, Los Pinos, en un berrinche que se filtró cuando se fue Durazo.
Fox obedeció. Desaforó a AMLO y no al Pemexgate de Aldana ni a su narco y secuestrador favorito, Estrada Cajigal de Morelos. La situación amerita que los ciudadanos exijamos un desafuero general y la destitución del presidente por diaria y obvia traición a todo tipo de intereses nacionales. Hoy ha puesto a la patria en peligro para satisfacer a su mujer. ¡Nomás!
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