Ya sea marcado por la tragedia, o por la oportunidad política (u oportunismo, como se prefiera), pero lo cierto es que el presidente Fox encara el delicado momento político y la recta final de su sexenio con dos vacantes en su Gabinete; tendrá que designar -un cuarto para las doce y con los graves problemas de los cañeros y el de la inseguridad- a nuevos secretarios de Energía y Agricultura.
El secretario de Energía, Fernando Elizondo, presentó a Fox su renuncia para contender por la candidatura del PAN al Senado por Nuevo León, según confirmó la propia dependencia. Independientemente a quién designe el presidente para tan importante encargo, la Secretaría encararía el tercer relevo; inició Felipe Calderón, quien renunció tras la regañada pública del propio mandatario por ventilar abiertamente sus aspiraciones a la grande; le siguió Elizondo que hoy busca ser senador y terminaría en el mejor de los casos, un personaje que aún no se define.
Sobra decir que la Secretaría de Energía es el centro de la planeación estratégica a largo plazo, por su deber de impulsar -justificando necesidades y proyectando escenarios- las reformas estructurales en la materia, además de que les estalló en el rostro el problema de los precios del gas natural. En el caso de la Secretaría de Seguridad Pública, el relevo apareció por fin ayer en la figura de Eduardo Medina Mora, quien fungía como director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). Se trata del tercer titular de la dependencia, tras la renuncia de Gertz Manero y la muerte de Ramón Martín Huerta.
Y en este marco de movimientos en el Gabinete, ayer Javier Usabiaga puso a consideración del presidente Fox su renuncia al cargo como secretario de Agricultura, el cual ocupó desde el inicio de la presente Administración. Busca la candidatura por el Partido Acción Nacional a la gubernatura de Guanajuato, justo en el momento en que hace crisis el problema cañero y están tomados todos los ingenios del país.
Si a lo anterior se agrega que los secretarios de Hacienda, Gil Díaz, y de Gobernación, Abascal Carranza, aceptan públicamente que no informan al presidente Fox de las reuniones que sostienen, “por impráctico”, pues bien se puede concluir que los problemas del presidente van de menos a más en la recta final de su Administración. A ver cómo le va.
