El onanismo no es indecente incluso si se practica frente ventana
Toronto (Canadá), (EFE).- No es que un ciudadano canadiense estuviese muy cerca de su ventana cuando se masturbaba, sino que los vecinos y los policías fueron demasiado curiosos en vez de dejarle disfrutar en su vivienda de un momento de relajación.
Más o menos es lo que ha decidido el Tribunal Supremo de Canadá que revocó la sentencia de un tribunal inferior que en 2000 condenó a Daryl Milland Clark por indecencia al masturbarse en mitad de la noche cerca de la ventana de su sala de estar.
La odisea de Clark, que reside en Columbia Británica, empezó cuando una de sus vecinas observó una noche que el hombre casado y retirado estaba sentado en el salón de su casa, con las luces encendidas, en lo que parecía un flagrante caso de onanismo.
La vecina llamó a su marido, que confirmó el diagnóstico de la situación al que había llegado su mujer tras observar a través de las persianas abiertas los movimientos.
La pareja no perdió tiempo y agarraron el teléfono para denunciar a la policía lo que hacía a su vecino.
Un agente de la policía acudió a la casa y tras observar por la ventana que Clark seguía atareado y en la inopia del espectáculo que estaba proporcionando a sus vecino, utilizó su linterna para llamar la atención del varón.
Tal y como declaró el policía, tan pronto como Clark vio el resplandor de la linterna, saltó de su asiento y apagó las luces.
El susto y apuro de quedar expuesto en público no fue bastante para los vecinos ni la policía, que le acusaron de un acto de indecencia en público por el que fue condenado a cuatro meses de prisión.
Sentencia que el Tribunal Supremo revocó aunque un poco tarde para Clark, quien ya ha cumplido su sentencia.
El abogado de Clark protestó la condena al afirmar que los ejercicios manuales de su cliente nunca tuvieron como intención ser observados por otros y que el salón de su vivienda no puede ser considerado como un espacio público.
Los nueve jueces del Tribunal Supremo canadiense, la máxima autoridad jurídica del país, se han mostrado unánimemente de acuerdo con esta valoración.
Uno de los jueces señaló que la ley sobre indecencia en público pretende proteger a la gente de actos ofensivos en lugares públicos o en lugares privados realizados con la intención de ofender a otros.
Pero el juez Morrish Fish señaló que "no creo que (la ley) contempla la capacidad de esos que ni tiene el derecho, ni están invitados, a entrar en un lugar para ver o oír desde fuera -a través de ventanas descubiertas o puertas abiertas- lo que está sucediendo en el interior".
Y definitivamente, Clark no invitó ni a sus vecinos ni a la policía a contemplarle.
