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ROMA, ITALIA.- Por primera vez en sus 26 años de papado, el convaleciente Juan Pablo II no oficiará las plegarias del Ángelus hoy, rompiendo así una tradición que mantuvo inclusive después del atentado contra su vida hace dos décadas.
Los médicos que atienden al sumo pontífice, que fue sometido a una traqueotomía el viernes, le sugirieron no hablar durante los próximos días, dijo ayer el Vaticano.
De esta forma, una persona cercana al Papa oficiará la ceremonia en la Plaza de San Pedro. El Papa, en tanto, se unirá a las plegarias desde su habitación del hospital, pero el Vaticano no ha dicho si hará una breve aparición por la ventana.
Juan Pablo se recupera de la cirugía a la que fue sometido para aliviarle una crisis respiratoria, la segunda que padece en menos de un mes.
Funcionarios del Vaticano confirmaron que no existían planes para que el Papa, de 84 años, ofrezca una breve bendición hoy desde la policlínica Gemelli, donde se encuentra internado. La bendición es una de las tradiciones semanales del oficio papal.
En 1992, después de una operación para extirparle un tumor intestinal, el Vaticano grabó un mensaje y una plegaria de Juan Pablo II y la difundió ante los feligreses.
Los médicos le han aconsejado al Papa que no hable durante varios días, mientras se recupera de la pequeña incisión en la tráquea para introducirle un tubo que le facilita la respiración.
Anoche, fuentes médicas dijeron a periodistas de los medios locales que la condición del Papa era “satisfactoria”, y que los exámenes de sangre mostraron que no había infección.
El Vaticano no ha indicado cuándo abandonará el Papa la policlínica. Mañana se prevé un nuevo parte médico.
El anuncio de la Santa Sede tuvo lugar después que algunos funcionarios se reunieron para analizar si el Papa estaba lo suficientemente bien como para efectuar una declaración escrita o un gesto, a manera de mostrarle al mundo que se recupera favorablemente de su segunda crisis respiratoria en menos de un mes.
Pero ante el estado delicado de Juan Pablo II, el Vaticano dijo que el subsecretario de Estado leerá las plegarias a los fieles que se congreguen en la Plaza de San Pedro.
El viernes, el Vaticano aseguró que el Papa respiraba por sus propios medios, no mostraba signos de neumonía e ingirió todo su desayuno, que incluyó café con leche, yogurt y diez galletas.
Pero cada uno de los detalles difundidos sobre la salud del Papa, fue ensombrecido por la incertidumbre, incluyendo cuánto tiempo tendrá el tubo que le colocaron en su tráquea y si podrá finalmente dominar su voz. No se esperan nuevos informes médicos oficiales hasta mañana.
