A ocho meses de las elecciones locales en Coahuila y diez de concluir su mandato como gobernador, Enrique Martínez refrenda sus aspiraciones presidenciales en una entrevista concedida a El Siglo de Torreón.
Pese a que el mandatario coahuilense insiste en que cada noche toma una pastilla de “ubicatex” para conservar los pies en el suelo y no descuidar sus tareas de Gobierno, lo cierto es que se haya distraído en los preparativos para participar en el proceso interno del Partido Revolucionario Institucional, para seleccionar candidato a la Presidencia de la República.
A falta de un presidente de la República priista que opere como eje rector del PRI y fiel de la balanza en la sucesión presidencial, a los aspirantes priistas no les queda otra que seguir los pasos de Vicente Fox, bajo la equivocada conclusión según la cual “si Fox pudo, cualquiera puede”.
El actual presidente tan denostado por los priistas, es el paradigma de los aspirantes del tricolor y como tal anticipan tiempos y se lanzan a nivel nacional, haciendo una convocatoria ciudadana a través de una red paralela al partido emulando a los “Amigos de Fox”, que en el caso del Ejecutivo coahuilense son anunciados como los “Aliados de Enrique”.
De acuerdo al contenido de la entrevista, los Aliados de Enrique se encuentran por todas partes del territorio nacional. Dice el gobernador: “Es una lista muy grande... contamos con el apoyo de empresarios de Chihuahua, Aguascalientes, anoche me habló gente de Guadalajara, del Distrito Federal. La mayor parte de las Cámaras Empresariales están con nosotros...”
Sin embargo, Enrique Martínez no menciona un solo nombre de sus simpatizantes. Tampoco ofrece una forma de afiliación abierta a su causa como en su momento hizo Vicente Fox, a través de una página en Internet en la que día a día crecía la lista de seguidores a la vista de quién quisiera verificar los datos.
¿Quiénes son los empresarios que apoyan al gobernador de Coahuila en sus pretensiones presidenciales?, ¿Cuál es esa mayoría de Cámaras a la que se refiere?, ¿Quién dirige la presunta red ciudadana?, ¿Quién es responsable de su operación y de sus finanzas?, ¿Cuáles son las fuentes de financiamiento y quién lleva y rendirá las cuentas del dinero de los Aliados de Enrique?
La realidad monda y lironda es que Enrique Martínez sólo cuenta con la fuerza que obtiene de su posición como gobernador de Coahuila y por ende, de la estructura política y financiera del Gobierno y del pedazo de su propio partido que controla a nivel local.
La precampaña de Enrique Martínez está en esencia volcada hacia el interior de la entidad que gobierna y concebida para mantener a dicho personaje en el centro de atención en el Estado, acaparando las luminarias que de otra suerte alumbrarían la pasarela por la que desfilarán los candidatos a la gobernatura de Coahuila, en un proceso en el que efectivamente se juega el destino de los coahuilenses para los próximos seis años.
La búsqueda de una legitimación para las aspiraciones enriquistas mediante una consulta ciudadana estilo “Peje” López, es una parte más del montaje de esta precandidatura virtual, que no tiene otro objeto que fortalecer al Gobierno de Martínez en el ocaso de su mandato, frente a los riesgos de fractura que implican las ambiciones particulares de los priistas locales por sucederlo, incluso de aquellos que proceden de su propio equipo de trabajo.
En efecto, la misma pérdida del poder presidencial por parte del PRI, dejó los procesos de selección interna de los candidatos de dicho partido al Gobierno de los estados, a merced de una lucha entre el poder priista central y las fuerzas locales bajo control del gobernador saliente.
El alzamiento de la mira a los niveles nacionales por parte de Enrique Martínez, entraña una simple estrategia por conjurar las ingerencias de Roberto Madrazo dentro del PRI de Coahuila, con el objeto de conservar el control que podrían arrebatarle al actual gobernador sus propios allegados.
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