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Caos fiscal/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Todo debe hacerse tan sencillo como sea posible, pero no más”.

Albert Einstein

A partir de hoy, quien pretenda deducir el costo de la gasolina de su vehículo del Impuesto Sobre la Renta deberá pagar el combustible con cheque nominativo o con alguna tarjeta electrónica. De esta manera siguen aumentando las barreras burocráticas para el cumplimiento de las obligaciones fiscales en nuestro país. En lugar de avanzar en la construcción de un sistema fiscal más sencillo, justo y competitivo, cada vez los contribuyentes y el país perdemos más terreno. Si consideramos que sólo falta un año para que termine el actual sexenio, quizá debemos abandonar toda esperanza de realizar una verdadera reforma fiscal.

La petrolización de las finanzas públicas, lejos de disminuir, aumenta. Esto es particularmente importante si tomamos en cuenta que faltan sólo diez años para que agotemos las actuales reservas probadas y nos convirtamos en importadores netos de petróleo. En lugar de haber aprovechado la actual bonanza petrolera para hacer la reforma indispensable, la tendremos que llevar a cabo bajo presión en un futuro cuando nuestra economía estará ya de espaldas contra la pared.

Los huecos para las grandes elusiones fiscales siguen intactos. Están ahí la tasa cero y las exenciones del IVA. Tenemos los tratos preferenciales en el Impuesto Sobre la Renta. Las transacciones en bolsa, que quedan exentas de este gravamen, se utilizan para dejar sin pago de impuesto ventas multimillonarias de empresas. Sigue estando vigente la compra de empresas con pérdidas con el simple propósito de reducir los pagos de impuestos. El intento por gravar las prestaciones, que habría permitido una simplificación muy importante del sistema, lo echaron para atrás los legisladores al tiempo que se detuvo la reducción de la tasa del Impuesto Sobre la Renta que es crucial para tener una economía más competitiva. Y para colmo, las autoridades siguen complicando las deducciones legítimas, como ocurre ahora con los nuevos requisitos para hacer deducibles los gastos por gasolina.

En Estados Unidos y Canadá la deducción de los pagos por consumo de gasolina es muy sencilla. Uno puede pagar como uno quiera. No hay necesidad de presentar un registro federal de causantes para obtener una factura formal o de usar con cheque nominativo. Un simple voucher de tarjeta de crédito es suficiente para la deducción. Lo único adicional que tiene que hacer el contribuyente es mantener una bitácora del uso comercial o profesional del vehículo que permita a la autoridad fiscal determinar si la deducción es razonable o no.

En otros países del mundo la autoridad actúa sobre la base de que el contribuyente actúa de buena fe; mantiene solamente el derecho de auditar la información que se le proporcione. En México se parte de la suposición que el contribuyente es un delincuente fiscal que debe demostrar a cada paso que no se está desviando de la Ley. Por eso a nosotros se nos exigen RFCs y pagos con medios nominativos. El resultado, sin embargo, es volver más complicado el sistema fiscal y elevar enormemente el costo de cumplimiento de las obligaciones fiscales. Y esto, por supuesto, vuelve menos competitiva nuestra economía y en el largo plazo nos empobrece a todos.

El presidente Vicente Fox y la Secretaría de Hacienda culpan a los legisladores de no haber aprobado la reforma fiscal. Algo tienen de razón, pero la verdad es que la propuesta del Gobierno nunca fue mucho más allá de cobrar IVA en alimentos y medicinas. Y esto, si bien puede ser necesario, no es suficiente para que tengamos ese sistema fiscal más sencillo, justo y competitivo que necesitamos.

Una reforma fiscal debe incluir una disminución de la tasa del Impuesto Sobre la Renta, por lo menos la de las empresas, a niveles similares a los que tienen países como China (15 por ciento) e Irlanda (12.5 por ciento). Deben reducirse también de forma radical o eliminarse completamente las deducciones, exenciones y tratos especiales. De hecho, lo ideal sería ir directo a un sistema de tasa única (flat tax).

Pero en lugar de avanzar hacia ese sistema ideal, nos estamos retrasando cada vez más. Los nuevos requerimientos para hacer deducible el costo de la gasolina son un paso hacia atrás. Lo mismo puede decirse de que se mantenga la regla de no cobrar impuesto a la renta a los ingresos que se reciben en especie o por prestaciones.

Nuestro país ha perdido una enorme oportunidad para hacer una de las reformas que más nos habría ayudado a tener una economía más competitiva y eficiente. Queremos seguir apostándole a un ingreso petrolero que está en vías de extinguirse. No pasará mucho tiempo antes que nos arrepintamos amargamente de no haber tomado la decisión correcta en un momento en que todavía teníamos la oportunidad de hacerlo con tiempo y con orden.

CINCO AÑOS

Hoy se cumple el quinto aniversario del Gobierno de Vicente Fox. No deja de ser interesante que el presidente, que tanto insistió en hacer una celebración pública el dos de julio, la víspera de las elecciones en el Estado de México, ahora no tenga programado ningún acto de esa magnitud. Todo ratifica que el festejo del dos de julio lo único que buscaba era lograr un apoyo político para el PAN en el Estado de México. ¿Querrá el presidente hacer una nueva celebración el dos de julio de 2006, el día de la elección federal?

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

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