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Capital político/Doble moral

Adrián Rueda

La ebullición política en el Distrito Federal por el probable desafuero de Andrés Manuel López Obrador deja ver con toda crudeza la doble moral de muchos capitalinos. Amparado en su innegable popularidad, el jefe de Gobierno se siente con derecho de embarcar a la población en una lucha para evadir la Ley, y formar su plataforma de lanzamiento en 2006.

Para violar constantemente la Ley, con la seguridad de que el pueblo le perdonará todo, el tabasqueño usa como arma la ayuda a los viejitos, madres solteras y estudiantes pobres. El jefe de Gobierno puede acarrear gente, exigir cuotas a sus empleados, usar fondos públicos en su campaña, gastar millones de pesos en su imagen y dejar que sus funcionarios se despachen con la cuchara grande el dinero del pueblo, y no pasa nada.

Controla al Poder Legislativo local a través de sus diputados, impone a los dirigentes en su partido y hace campaña con el pretexto de promover un libro que nadie lee, y tampoco pasa nada. A través de sus funcionarios controla sindicatos, vendedores ambulantes, sectores de la Policía, organizaciones radicales, etcétera. No pasa nada.

Cuatro años estuvo diciendo que no le interesaba ir a Los Pinos, que lo dieran por muerto, que lo dejaran trabajar en paz hasta el final por los capitalinos. Todo mundo sabía que mentía y no pasa nada. Cuando fue acusado de desacato juró que no se iba a defender ni a contratar abogados, que las raterías de sus funcionarios eran parte de un complot de la DEA, el Gobierno de EU, Hacienda y la PGR. El supuesto complot vino del mismo PRD. Mintió de nuevo y no pasó nada.

Con la mano en la cintura se niega a rendir cuentas a la ciudadanía de lo que gasta su Gobierno. Se sabe que en lo que va de su Administración ha erogado mil 300 millones de pesos en su imagen. No pasa nada.

Esos y otros lujos se los puede dar Andrés Manuel porque la gente le perdona todo y se lo justifica, con esa doble moral del que sabe que lo están robando, pero nomás poquito. ¿Qué pasaría si López Obrador fuera del PRI y gobernara con el mismo estilo, con los mismos programas, obras y acarreos para su campaña y lo quisieran desaforar? Por supuesto que lo quemaban con leña verde.

Pero la doble moral no es nada más de Andrés Manuel, sino de su partido, donde hay gente muy valiosa, pero la mayoría son ricos nuevos que roban al amparo de los cargos públicos. A “El Peje” no le hace ruido que la coordinadora de los diputados del PRD, Lorena Villavicencio, y su acompañante Alejandra Barrales hayan ido a pedirle una opinión política al cardenal Norberto Rivera. Eso no lo hubiera permitido Benito Juárez, a quien López Obrador siempre evoca y de quien se declara seguidor. ¿O qué, el clero sí se puede meter en política cuando se trata del desafuero?

Por supuesto que no hará una crítica a sus legisladoras, como tampoco impedirá que sus discípulos estafen a los empleados del Gobierno con la vaquita para su campaña, pues todo mundo sabe que para hacer política se necesita mucho dinero... Y como lo más fácil es hacerse de la vista gorda y que su equipo robe a gusto, todo es permitido con tal de financiar El Proyecto.

CENTAVITOS... La sesión de hoy en la ALDF será dedicada a recordar precisamente a Benito Juárez, acto que estará encabezando el diputado priista Manuel Jiménez Guzmán y al que está invitado el jefe de Gobierno.

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