Como en los viejos tiempos de René Bejarano, los diputados perredistas del DF hacen trizas las leyes con tal de complacer los deseos de Andrés Manuel López Obrador.
Como auténticos tapetes, los legisladores compiten entre sí para ver quién es más servicial, sin importar que se desvíen recursos o que abandonen el trabajo.
La “curulecada” del Sol Azteca está más preocupada por la campaña de López Obrador que por trabajar en beneficio de la ciudadanía que les paga.
Ejemplos hay de sobra, pues gente como Alfredo Hernández Raigosa anda en campaña con Martí Batres, mientras que en las comisiones de “El Camarón” no se sabe nada.
Otra es Alejandra Barrales, quien está dedicada en cuerpo y alma a cabildear con los sindicatos para que apoyen a “El Peje”. En sus ratos libres sugiere acuerdos para que la Asamblea del DF desvíe oficialmente dinero a la campaña.
El lunes hizo una propuesta tan burda ante la Comisión de Gobierno que hasta sus cuates se erizaron. Quería que la ALDF como institución destinara dinero a la “pejecampaña”. Esa iniciativa, que por fortuna, no pasó, causó revuelo, incluso, entre las filas del Gobierno capitalino por inverosímil. “Grilla” como es, Alejandra trató de zafarse diciendo que ella no había sido, sino Lorena Villavicencio, pero fue desmentida.
Barrales es la misma que hace dos días declaró que el PRD gasta su dinero para apoyar al jefe de Gobierno, así como otros lo hacen en fiestas charras.
Desde luego se refería a la charreada que organizó el PAN en diciembre para festejar las fiestas de fin de año, pero lo que la ex sobrecargo no dijo es que el PRD también dedicó recursos oficiales para esos festejos, que, por cierto, fueron cuando menos tres y no nada más uno.
Se dice que la diputada despacha prácticamente en el GDF y que recibe línea directa del secretario de Gobierno Alejandro Encinas, con quien se lleva de a cuartos, al grado de que entre ellos se llaman Ale, pues son tocayos.
Otra jugada perredista se dio en la comisión permanente, donde la diputada Aleida Alavez propuso que la ALDF pusiera a disposición del Gobierno capitalino su área jurídica para analizar las consecuencias del posible desafuero.
A pesar del rechazo de la oposición, el PRD mayoriteó el asunto. Qué bien que los del Sol Azteca cobijen a su candidato y lo defiendan, pero es cuando menos ofensivo que dispongan de los impuestos de la ciudadanía para su campaña política. Los que apoyan a Andrés Manuel seguro que no protestarán, pero los que no están de acuerdo con sus acciones porqué tienen qué pagar.
¿Con qué cara López Obrador seguirá diciendo que la Cámara de Diputados, el Gobierno federal y la Corte “complotean” en su contra, cuando en el DF, él da órdenes a la ALDF, a los jueces locales y a su servil procurador?
Centavitos...
Pero no tan sólo el PRD envilece la actividad legislativa del DF, pues los demás partidos no cantan mal las rancheras. Todos reciben dinero extra en bonos y se lo gastan como se les da la gana. Compran computadoras personales, muebles y baratijas, sin que nadie les diga nada... Los del PAN aceptan la lana sin chistar; los del Verde ni se diga, pero los del PRI, primero se persignan y juran públicamente que no la aceptarán y al final se la “clavan”.
Y mientras los diputados estrenan cada año camionetas, la mayoría de los capitalinos anda a pie, con deudas y sin seguridad laboral.
