Con casco y chaleco antihuevos deberá andar Arturo Escobar, líder del Partido Verde Ecologista de México, en el DF, pues varios priistas lo andan buscando y podrían organizarle una buena tanda de sillazos y huevos si no les cumple con el hueso prometido. Y es que el diputado verde se ha estado haciendo ojo de hormiga para no darle la cara a la gente del tricolor que disfrazó de ecologistas para que lo ayudaran en su elección como dirigente local del partido. En junio pasado Escobar se metió de lleno a la talacha para hacer asambleas en todo el país y sacar dirigentes electos para el PVEM, pues el IFE les había rechazado el proceso anterior.
Entre las asambleas que organizó estuvo la del DF, celebrada en un lúgubre local sindical que le facilitó allá por la avenida México-Tacuba Fernando Espino Arévalo, eterno dirigente de los trabajadores del Metro con varias averiguaciones previas encima. Quizá el diputado ya olvidó que como no cuenta con mucha gente en la ciudad, aunado al miedo de que los disidentes del partido le reventaran la reunión, pidió apoyo a sus amigos del PRI para que le ayudaran a sacar la elección. Grupos priistas de Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Coyoacán fueron empadronados y credencializados por el Verde para que actuaran como asambleístas con derechos y el asunto pareciera legal. Y para que el güero Escobar no se preocupara, además de los 400 tricolores con credencial, de Iztapalapa les mandaron otros 600 de apoyo para garantizar que el proceso fuera terso.
Así ganó Escobar en el DF. Pero el compromiso era que, a cambio del apoyo el PVEM iba a ceder algunas candidaturas para los cuates que lo apoyaron. Al parecer la alianza oficial con el PRI le impedirá cumplir y ahí puede meterse en broncas. Cuando aceptó los 400 refuerzos, además de la credencial le hicieron firmar una carta sin fecha de renuncia al PRI, por si alguien reclamaba que Escobar hacía trampa, pudiera demostrar que sus seguidores ya no eran priistas. Pero en el pecado podría llevar la penitencia, pues ahora esos militantes tienen derechos y puede exigir candidaturas.
E incluso ir al Tribuna Electoral y tirar acuerdos y, en una de ésas sacarlo a huevazos por algunas gentes que son de la diputada Norma Gutiérrez de la Torre. Así que si Arturito quiere sentarse en San Lázaro el próximo año, más vale que solucione sus broncas, por ya por ahí lo andan buscando.
CENTAVITOS...
Dicen los enterados que mientras Beatriz Paredes no discipline a María de los Ángeles Moreno y a Cuauhtémoc Gutiérrez, el PRI capitalino se puede ir olvidando de cualquier cosa en la ciudad. Luego de su derrota por la dirigencia local tricolor y de la declinación de Arturo Montiel a la candidatura presidencial, Cuauhtémoc anda muy suelto y ya hasta los panistas están pensando enamorarlo, pues en 2006 cada voto puede ser vital para los presidenciables. Gutiérrez anda resentido y podría convertirse en un kamikaze.
Ya la primera muestra la dio la semana pasada cuando en un autobús rumbo a un evento en Tijuana le hizo un desaire a Roberto Madrazo delante de su estado mayor.
El tabasqueño andaba de Santa Clos repartiendo candidaturas cuando se topó con Cuauhtémoc, quien se negó a abrazarlo y por el contrario, le reclamó sus traiciones...
Ni porque ayer les dieron la mitad de su aguinaldazo los diputados locales se pararon por su trabajo. Los perredistas estuvieron un rato y luego se fueron a su consejo o a la gira de El Peje. Los Verdes ni se aparecieron, pues tenían cónclave en Edomex, y los del PRI, pues nada más lo de costumbre, empezando por José Medel, que nunca falla.