El choque del proyectil lanzado por la sonda 'Deep Impact' el próximo 4 de julio contra el cometa 'Tempel 1', producirá un cráter del tamaño de una cancha de futbol y lanzará al espacio una nueve de hielo, polvo y gases que serán estudiados posteriormente por los astrónomos.
Washington, (EFE).- La sonda "Deep Impact" ha captado las primeras imágenes del cometa Tempel 1 sobre el cual lanzará un proyectil que deberá estrellarse contra su núcleo en las primeras horas del 4 de julio próximo.
La Universidad de Maryland, encargada de la misión, informó de que las imágenes muestran que el núcleo es un cuerpo sólido rodeado por una nube de polvo y gases cósmicos, que los astrónomos califican como el "coma" del cometa.
Las fotografías del cometa fueron captadas a finales de mayo pasado por la cámara de resolución media de la nave cuando se encontraba a unos 32 millones de kilómetros del cometa.
"Es emocionante ver cómo el núcleo surge del coma", manifestó Michael A'Hearn, astrónomo de la Universidad de Maryland.
"Poder distinguir el núcleo en estas imágenes nos ayuda a comprender mejor el eje de rotación del núcleo", añadió.
Según Carey Lisse, miembro del equipo encargado de las imágenes del cometa, a partir de ahora se podrá ver cómo "el núcleo crece y crece a medida que la nave se aproxima".
A comienzos de julio, tras un viaje de unos 400 millones de kilómetros, la nave estará en las cercanías del cometa.
Después de tomar una serie de fotografías, la sonda se desprenderá de lo que los científicos califican como "el impactador", que partirá hacia el encuentro del cometa para protagonizar una colisión cósmica a unos 40,000 kilómetros por hora.
Según A'Hearn, el choque producirá un cráter del tamaño de una cancha de futbol y lanzará al espacio una nueve de hielo, polvo y gases.
En las proximidades, "Deep Impact" pondrá en funcionamiento sus cámaras de alta resolución y su espectrómetro infrarrojo para enviar las imágenes y los datos del acontecimiento.
El choque será estrechamente observado por los telescopios espaciales Hubble y Spitzer, así como por el observatorio Chandra de Rayos X y una serie de telescopios terrestres, principalmente los que operan en el desierto del norte de Chile.
Según informaron los astrónomos de la Universidad de Maryland, la colisión no plantea ningún peligro para la Tierra y no alterará la trayectoria de la órbita del cometa.
El proyecto, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, es considerado vital para entender los orígenes del Universo por cuanto se consideran que tanto el núcleo como su estela contienen material que se ha mantenido prístino desde el "Big Bang" primigenio.