Detienen a los tres integrantes de una banda dedicada a desmantelar casas-habitación; su especialidad eran los aparatos electrónicos y sólo robaban en los hogares de personas conocidas, pues previamente se cercioraban de que se encontraran fuera de la ciudad, informó la Procuraduría de General de Justicia.
Carlos René Rosales Elizalde, de 30 años, y su esposa Remedios Guadalupe Guzmán Elizalde, de 28, preparaban los atracos con un estudio previo, pues seleccionaban a sus víctimas, sólo las que fueran originarias de San Dimas, mismo sitio de donde proceden los ladrones.
El matrimonio delincuente contaba con la ayuda de un cómplice, Juan Roberto Salazar Villarreal, de 34 años, quien se encargaba de trasladar los aparatos en su taxi.
Desde que Carlos y Remedios vivían en San Dimas, sabían quiénes eran los paisanos que venían a residir a la ciudad de Durango, ya sea por motivos de estudio o de trabajo, conseguían sus domicilios y sólo esperaban a que fueran a visitar a sus familias que dejaron en aquel municipio para aprovechar el desolado hogar y desmantelarlo.
Antes de cometer el ilícito, todavía tenían el descaro de llamar a San Dimas, preguntando por las próximas víctimas, y al cerciorarse de que se encontraban allá, realizaban el robo con toda tranquilidad, pues estaban seguros de que nadie los iba a sorprender en el acto.
A los delincuentes hasta el momento se les han comprobado cuatro robos, todos ellos en el fraccionamiento Domingo Arrieta, pero se continúa con las investigaciones, pues no se duda que pudieran haber cometidos más atracos.
Entre los artículos que todavía tenían en su poder, se les encontraron televisiones, modulares, equipo de cómputo, hornos de microondas y más aparatos electrodomésticos.
Al confesar los hechos, señalaron que tenían más artículos, pero que ya los habían vendido para comprar droga, pues desde hace tiempo mantienen ese vicio.
