Detuvieron a un jalisciense y a un sinaloense en la capital de Durango, el primero sorprendido en el interior de un consultorio de una clínica de diagnóstico al momento en que robaba aparatos médicos, mientras que el segundo sujeto llevaba en una barrica un kilo y medio de marihuana; además, a este último se le comprobó que en 1994 había asesinado a un traficante en Topia, Durango.
De acuerdo con información proporcionada por la Procuraduría General de Justicia del Estado, Martín Robles Medina, de 38 años, originario de Badirahuato, Sinaloa, fue detenido al momento en que la Policía Ministerial hacía un recorrido por la colonia La Ponderosa, debido a las constantes denuncias de la ciudadanía sobre la venta de droga.
El aprehendido, quien tenía apariencia de albañil, iba caminado por la calle con una barrica, que aparentemente contenía arena y que según él llevaba a una construcción, pero al ser abordado por la Policía y hacerle una inspección, uno de los agentes se dio a la tarea de revisar la cubeta, encontrando que abajo del material se encontraba un costal con un kilo y medio de marihuana.
Martín, quien había conseguido una casa en la colonia citada para vivir mientras realizaba su actividad ilícita, resultó ser el asesino de Ascensión Sánchez Castillo, a quien le había cortado la vida a balazos luego de que se vino abajo un negocio relacionado con las drogas, en 1994, en Topia.
La Policía se dio cuenta de que Martín fue el que ultimó a Ascensión, luego de que en las oficinas de la Policía Ministerial cotejaron sus huellas digitales, dando positivo con las que se encontraban en el archivo de aquel caso.
Amante de lo ajeno
Por otra parte, Carlos Alberto Villareal Rodríguez, de 33 años, se introdujo a la Clínica de Diagnóstico del Guadiana, ubicada en las calles 20 de Noviembre y Laureano Roncal, con la aparente intención de tomar consulta.
Al momento de que el personal de la clínica se descuidó, el sujeto, nacido en Guadalajara, Jalisco, y que se encontraba hospedado en una hotel de la periferia, se introdujo a uno de los consultorios y ya se guardaba entre su ropa un baumanómetro y un glucómetro, pero uno de los trabajadores del nosocomio se percató de algo extraño en el interior de cubículo, razón por la que detuvieron al tapatío al intentar salir de ese sitio.
Carlos Alberto ya fue puesto a disposición de la autoridad correspondiente y está siendo boletinado en el estado de Jalisco para conocer sus antecedentes penales.
