El pasado dos de noviembre se llevó a cabo en el Congreso de los Diputados de España una polémica sesión parlamentaria en la que se admitió a trámite, con la excepción manifiesta de los diputados del Partido Popular, el denominado Estatuto Catalán, en el que se reivindica una serie de nuevas prerrogativas para la comunidad autonómica de Cataluña, que a decir de los diputados del principal partido opositor, trasgrediría la Constitución española vigente.
Ese nuevo Estatuto catalán ha sido promovido principalmente por el llamado “tripartito” formado por el Partido Socialista de Cataluña con Pascual Margall a la cabeza quién es el Presidente de la Generalitat, Convergencia y Unió y Ezquerra Republicana de Cataluña, encabezada por el polémico Josep Lluis Carod-Rovira.
Aparentemente los motivos aducidos por el llamado tripartito para votar primero en el congreso catalán y posteriormente en el español el “Estatut” son los de reivindicar una mayor autonomía de gestión en materia hacendaria, sanitaria y policíaca, si acaso agregando una polémica en torno a la utilización de la palabra Nación referida a Cataluña, lo cual incluso a muchos militantes no catalanes del PSOE ha molestado.
Tanto Artur Mas de Convergencia i Unió, Manuela de Madre del Partido Socialista de Cataluña como el presidente de Gobierno Rodríguez Zapatero han insistido que el Estatut no persigue fines independentistas de la importante región autonómica catalana respecto del estado español.
Sin embargo, quisiera referir en el presente artículo una serie de declaraciones hechas por el líder del grupo político que con el PSC conforma el actual Gobierno de Cataluña, Josep Lluis Carod Rovira al diario parisino “Le Monde”, con expresiones directas que por supuesto no las dijo durante su comparecencia ante las Cortes Españolas en Madrid: en el periódico francés antes citado, Carod Rovira aseguraba que el objetivo último de su partido republicano y catalanista es “que Cataluña sea un Estado, aunque en este momento nuestro combate (sic) se limita a obtener más autonomía política y económica”.
“¿En nombre de qué nosotros los catalanes no tendríamos derecho a un Estado?”, y al lanzar esa pregunta el líder de Ezquerra republicana de Cataluña consideraba que “de los 25 miembros de la Unión Europea diez son más pequeños que Cataluña y media docena son Estados independientes sólo desde hace menos de quince años”, con lo cual manifestaba con toda claridad cuales son las auténticas últimas intenciones de su posición política.
Ante los diputados españoles Carod Rovira se cuidó mucho de expresar esas últimas intenciones, sin embargo, sí tuvo tiempo como para lanzar frases que se prestan a muchas interpretaciones: “¿para qué nos quiera España a los catalanes, si debemos estar casi permanentemente bajo sospecha, justificando por qué somos, como somos y hablamos no contra nadie, sino con la misma naturalidad con que otros son otra cosa y hablan otra lengua (sic)?
¿Por qué razón los mismos que nos llaman españoles nos tratan como a extranjeros? ¿Cómo nos quiere España? ¿Tiene un lugar para nosotros, sin dejar de ser lo que somos?”
