Durango

Catean casa donde estuvieron plagiados

Mantienen protegidas a las cuatro personas que fueron secuestradas; ya declararon

No hay respuestas, las piezas del rompecabezas aún no toman forma. En menos de 24 horas el Juez Penal autorizó el cateo para acceder a la vivienda marcada con el número seis de la Privada del Parque en el fraccionamiento Los Remedios. Los vecinos, temerosos y molestos, no se acostumbran a la presencia de los agentes de la Policía Ministerial.

Hace 13 días, miembros de la Unidad Contra el Crimen Organizado desmantelaron un laboratorio de ?cristal? a unas cuadras de ahí, por calle Camino de la Centella del mismo fraccionamiento. Todo indica que poco a poco, entre las selectas residencias, el crimen organizado encontró su lugar para operar.

Varias unidades de la corporación rodean la moderna vivienda de color café, que mantiene áreas a medio construir. Cerca, otra camioneta de Servicios Periciales permanece en el lugar.

El director de la Policía Ministerial, Pedro Chávez Cibrián, está dentro, acompañado del agente del Ministerio Público de la Mesa No. 20, Sergio Rocha; la titular de Averiguaciones Previas, Ruth Medina Alemán, y al menos una decena de elementos, entre peritos y ministeriales.

Cajas de cartón, bolsas negras y cinta llegan para contener la evidencia. Las tiras amarillas para resguardar el lugar están por tierra y no hay limitantes para pasar. Son las 11:00 horas y uno de los agentes indica que solamente el Director puede dar declaraciones, nadie más.

A un costado de la vivienda donde permanecieron secuestrados los originarios de Tepehuanes, se ubica un montón de basura al que nadie le toma importancia. Envases de nieve seca, de leche, latas y restos de comida rápida completan los desechos. Dentro de una bolsa blanca resaltan algunas vendas con cinta gris, conservando aún restos de cabello, fibras de colores y manchas de sangre, al parecer de las víctimas del plagio.

Los agentes comentan entre sí la fortaleza física y la destreza que mantenía Ulises (el agente asesinado) a sus 28 años, debido a su adiestramiento militar, pero la suerte no lo acompañó la noche del viernes y cayó mortalmente herido con la vista al cielo. Tenía planeado casarse a mediados de año, pero sólo quedó en proyecto.

Desde la azotea, Chávez Cibrián contesta una llamada telefónica, con las manos cubiertas con guantes de látex, mientras su hija espera dentro del automóvil familiar frente a la casa.

Los peritos durante casi tres horas revisaron cada habitación de la casa, recogiendo documentos personales, pasaportes, dos armas, algunos radios, cuatro celulares, cobertores y algo de basura par analizarla detenidamente en el laboratorio. Dentro de uno de los cuartos se quedan los camastros plegables donde pasaron las noches en cautiverio los cuatro plagiados.

El rostro inexpresivo del jefe ministerial se asoma por la puerta principal, mientras saluda y hace un ademán a uno de sus subalternos para que saque a la prensa del lugar, atrás de la línea amarilla. La situación le resta capacidad para dar órdenes a extraños. No da declaraciones. Antes de marcharse, dice que responderá en su oficina.

Una por una las bolsas negras, cajas y una maleta oscura llenan el área de carga de la unidad M-10-04 que previamente fue colocada frente a la casa. Al salir hay molestia por la presencia de la prensa. De los funcionarios presentes sólo la titular de Averiguaciones Previas concede entrevista y señala que no hay nada qué ocultar, solo se continúa la investigación.

Los vehículos se retiran y solamente quedan tres elementos para resguardar el domicilio. Dentro de algunas horas será el sepelio de Ulises y hay que estar a tiempo.

Por su parte, las cuatro personas que fueron plagiadas permanecen protegidas en cierto lugar que no fue revelado, por su seguridad. Ya rindieron su declaración y todo apunta a que las evidencias concuerdan, pero hay dudas en la forma como transcurrió el enfrentamiento. Sus familiares no han podido verlos, no por el momento, les dijeron.

Buscan a dos sujetos con severas heridas; el Sector Salud colabora en caso de que alguien acuda para atenderse; al mismo tiempo, las Procuradurías de Justicia del norte del país ya fueron notificadas, en caso de que haya indicios. Aún no hay respuestas, las piezas del rompecabezas no toman su lugar.

DESPEDIDA

Misa de cuerpo presente

Dos campanadas en la torre del Templo de Nuestra Señora de los Ángeles recibieron el cuerpo de Ulises González Nájera. Directivos de la Procuraduría de Justicia y compañeros de armas hacen una valla para recibir los restos del agente contenidos en el féretro gris, mientras elementos de Seguridad Pública se solidarizan con la pena.

El sacerdote recibe a los dolientes y mientras el ataúd reposa sobre una estructura metálica para quedar frente al altar, al mismo tiempo una guardia lo acompaña durante la misa de cuerpo presente.

A la salida una patrulla abre paso entre el tráfico, no hay respuestas, el dolor y las lágrimas de los presentes se hacen patentes en el recorrido del cortejo fúnebre. Una estela de vehículos oficiales y particulares toma avenida Normal, después bulevar Armando del Castillo Franco, posteriormente Guadalupe Victoria rumbo a la carretera a Parral. Será el Cementerio Valle de los Sabinos donde reposen los restos de Ulises, del hijo, del compañero, del amigo, del que murió en

-En el 2003 y 2004, la Policía Ministerial contabilizó cerca de 15 enfrentamientos contra delincuentes

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