EL SIGLO DE TORREÓN
MONTERREY, Nuevo León.- Las precipitaciones pluviales volvieron a causar caos, pero ahora en Nuevo León.
Entre la noche del jueves y la madrugada de ayer, un intenso aguacero dejó severas inundaciones en los municipios de Juárez, Cadereyta, Guadalupe y Apodaca.
El saldo contabilizado hasta ayer por las autoridades estatales ascendía a tres desaparecidos, 350 familias movilizadas, 200 viviendas afectadas, más de diez con pérdida total, así como 120 escuelas dañadas.
Para el gobernador, Natividad González Parás, la precipitación de ayer superó las lluvias provocadas por el huracán Emily en julio pasado.
Estas lluvias, dijo, fueron de 300 milímetros, casi cien más que las que dejó el ciclón.
Tras un recorrido por las zonas dañadas, el gobernador anunció que será solicitada la declaratoria de zona de desastre.
“Se registró una precipitación superior a los 300 milímetros, y esto fue una cantidad casi cien veces superior a la que se registró durante el huracán Emily.
“Las lluvias se abatieron particularmente sobre las faldas del nororiente del Cerro de la Silla y de las serranías que conectan a esta zona. Ello ocasionó avenidas muy fuertes de agua sobre los municipios de Guadalupe, Juárez, una parte de Apodaca y el municipio de Cadereyta”, explicó.
El alcalde de Juárez, Julio César Cantú, informó que en esa localidad hay tres personas desaparecidas.
El funcionario estimó que unas 15 colonias resultaron afectadas por las lluvias y que en los albergues había alrededor de 600 personas.
En Guadalupe, el alcalde Juan Francisco Rivera Bedoya, admitió que las precipitaciones los tomaron por sorpresa.
En Cadereyta un arroyo se desbordó y provocó que decenas de vehículos fueran arrastrados por el agua, que alcanzó niveles de hasta 1.80 metros en pleno centro de la localidad.
En Coahuila ante las intensas lluvias que también se han presentado en las últimas horas, autoridades de Protección Civil del estado, pusieron en marcha un plan de contingencia que incluye estrategias para la evacuación inmediata de personas y la habilitación de eventuales albergues.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública en el estado, Antonio Garza García, dijo que también se establecieron cercos de vigilancia policiaca en las inmediaciones de ríos y arroyos, así como en puentes peatonales y vehiculares para evitar el acceso de personas y vehículos en caso que existan riesgos de desbordamiento.
Señaló que las 38 unidades de Protección Civil en el mismo número de municipios que tiene Coahuila, se encuentran en estado de alerta y en coordinación con la dirección estatal del ramo.
Mientras tanto, la Dirección de Seguridad Pública Municipal en Saltillo y la de Protección Civil en Acuña, trasladaron a albergues a unas 500 familias que tienen sus domicilios en zonas bajas y cercanas a lechos secos de agua que cobraron auge a consecuencia de la precipitación pluvial.
